La sala N10 donde empieza todo
Sin más dilación, respecto a mi opinión al salón, creo que después de leer todo este tocho que he escrito, es evidente que es más que positiva, no sabría decir si es el salón que mejor me lo he pasado en mi vida comiquera (sin ir más lejos, el Saló del Còmic de Barcelona de 2012 fue magnífico para mí), pero desde luego, ha sido uno de los mejores y no ha hecho sino acrecentar mis ganas de volver a alguna convención inglesa, quien sabe si otra vez en Londres, en Leeds, Bristol o Glasgow, únicamente decir que en cuanto las fechas y la economía lo permitan, me tendréis por tierras británicas frikeando :D
El último punto de esta (larguísima, pero espero que interesante) crónica, es sobre si sería viable o si deberíamos importar este formato de convención a nuestro país. Obviamente, una convención del mismo tamaño y la misma ideología que la LSCC solo sería posible en Barcelona pero yo creo que sí que deberíamos imitar el modelo. Imitarlo o al menos coger ciertas cosas interesantes y mejorar lo que tenemos aquí.
Uno de los amplios pasillos de la convención
El punto más obvio y que no tenemos aquí es el Artist Alley y el Artist Area (aquí estaban separados los aficionados y recién llegados en el Artist Alley y los profesionales en el Artist Area). La separación no es del todo correcta, ya que había gente como Al Davis que estaba en el Artist Alley, pero para hacernos una idea, nos vale. Con esto, creo que sería muy recomendable que en Barcelona (al ser el salón más importante y el de mayor extensión) creara un “Artist Alley” (o como quieran llamarlo) donde tanto veteranos de la industria como recién llegados, puedan hacer dibujos, commissions, vender láminas, cómics autoeditados, etc... La idea creo que es interesante, ya no solo desde el punto de vista de los cazadibujos, sino también que se da una oportunidad, con la masiva afluencia de visitantes del Saló (100.000 el año pasado) de darse a conoce al gran público. En Barcelona y alrededores hay actualmente una gran cantera de dibujantes y a mi, personalmente, me haría ilusión pasearme por ese imaginario Artist Alley y descubrir al próximo Rafa Sandoval o Dani Sampere. Además también llamaría a que tanto dibujantes tanto nacionales como internacionales fueran al salón, a pesar de no haber sido “invitados” y que a base de commissions y láminas se paguen el viaje además de ganarse unos cuantos euros que nunca están de más. Ahora es cuando viene el fundamentalista y te dice: “Aquí siempre se han hecho dibujos gratis, no tendríamos que pagar por ellos” a lo que yo diría que, en primer lugar, en pocos sitios tenemos la suerte de que el dibujante de turno nos dedique parte de su tiempo en hacernos dibujos chulísimos y en hablar con nosotros, por lo que desde el punto de vista más extremo, no me “sabría mal” que únicamente hicieran dibujos cobrando. En el fondo, el dibujante está perdiendo tiempo que podría dedicar a su trabajo (que es lo que de verdad le da de comer), pero una solución salomónica sería que durante los 4 días de salón, tuviera unas sesiones de firmas programadas, en las que haría los sketches de toda la vida y firmaría, y luego tendría tiempo libre para ir al artist alley a hacer commissions por poner un ejemplo. Yo al principio, también me parecía raro pagar por dibujos, pero creo que esto tiene algunas ventajas, ya que en primer lugar, si todos cobraran por dibujar, los gorrones de turno no estarían a la caza de todo lo que puedan, la gente iría solo a los dibujantes que de verdad les interesan, ya que te gastas parte de tus ahorros. Otro punto que veo a favor, es que una vez has visto una commission o un convention-sketch de tu dibujante favorito, un sketch rápido, hecho en 15 minutos, “te sabe a poco”. Con esto quiero decir que (como me ha pasado en Londres) te irías con 3 o 4 dibujos de la convención, pero todos muy trabajados y detallados y los que no quieran gastarse dinero, tendrían las sesiones de firmas gratis.
Un grupo de aficionados a la caza y captura de dibujos y commissions
Otra cosa típica de las convenciones anglosajonas son las “exclusivas”. Esto son, nada más y nada menos que la propia convención o alguna tienda, encarga una portada alternativa de un número concreto. Dicho número suele ser más caro de lo habitual, pero luego dichas portadas se pueden vender en el mercado para los coleccionistas a un precio superior. No creo que en nuestro país se vendan tantos cómics como para que Planeta, ECC o Panini saque una portada alternativa, pero si que sería interesante por varias cosas. En primer lugar, que en todo gran salón de nuestra tierra, estuvieran Planeta, Panini, Glenat, ECC, Norma, es decir, las grandes editoriales. En Londres por ejemplo, ademas del stand de Panini, estaban todas las grandes tiendas de Londres.
El original de Neal Adams para la portada de la guia de la convención
Más cosas que podríamos copiar, es, como ya he comentado arriba, la “guía de la convención” o un concurso de cosplay. No se como estará el tema en los salones de aquí porque este tema nunca me ha interesado mucho, pero en LSCC había gente que iba únicamente por el cosplay, bien para lucir su diseño, como para participar y ganar algún premio. Este punto sería interesante para aumentar el número de visitantes. La última cosa que copiaría sería la organización. Aparte del gran trabajo que supone organizar un salón de ese calibre, los voluntarios y personal de la organización no pudieron hacer más por cada visitante, derrochando siempre amabilidad, dispuestos a ayudarte en todo momento y ha ayudarte con cualquier duda, no como en nuestro país, que hay cada elemento en la organización que es para mandarlo a freír espárragos. El hecho diferencial respecto a nuestro país con Londres es que, en Londres, todos los voluntarios eran “frikis” (es decir, de los nuestros), hecho positivo porque se les veía que disfrutaban con su trabajo, siempre con una sonrisa en la cara. El ejemplo más claro que puedo poner es que fuí a buscar a Frazer Irving, preguntando por su horario de firmas y si tenía un stand, y a todos los voluntarios que les pregunté, sabían enseguida sobre quien preguntaba y quien era. Esto se agradece, porqué hay veces que estás más tiempo explicándole a algún miembro de la organización sobre algún artista que el tiempo que tarda en responderte con un “no lo sé”.
Una zona amplia y aislada del resto de stands, para que cada hora firmaran grupos de 5 autores a la vez
Como colofón, decir una vez más que me ha encantado mi viaje a Londres y a la LSCC, que recomiendo a todo el mundo aficionado a los cómics que vaya al menos una vez a la convención (y así verá el contraste con las convenciones de aquí) y tendrá la ocasión de ver a artistas que no vemos mucho por estos lares. Así que si tenéis la ocasión de ir, ¡no lo dudéis!
Espero que os haya gustado está crónica, ¡nos vemos en la próxima! ¡Saludos!
3 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo... esperemos que con el boca a boca que se está produciendo entre el fandom consigamos, en poco tiempo, que los salones/jornadas de cómic consideren seriamente el Artist Alley/Area como una muy buena idea factible de introducir en la programación de estos eventos para beneficio tanto de autores como de aficionados y organizadores. Seguro que no tardaremos mucho en verlo como algo habitual en estos festivales a semejanza a lo que ya ocurre y es habitual en los festivales anglosajones.
La verdad es que a mi el modelo anglosajón me gustó mucho, bien es cierto que te dejas la cartera y algún riñón antes de entrar, pero luego puedes ir con más calma, sabiendo que tienes el trabajo hecho de casa y aún así, encuentras gangas interesantes, tanto de cómics como de dibujos. Deberíamos copiar muchas cosas de ingleses/americanos, pero desde luego, el Artist Alley sería de las primeras
Totalmente de acuerdo contigo, tanto en el plantear el artista alley como en que los voluntarios de verdad se involucraban en la convención.
Deseando volver, siempre que se pueda, en años venideros (y esta vez espero que te juntes con nosotros).
Un saludo!!!
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