Cartoonist Nº1 y Nº2. Blanco y Negro, 128 págs. 7,50 euros cada uno. Editorial Planeta.
Cuando uno llega a ciertas edades una de las pocas cosas buenas de ir cumpliendo años es que en ocasiones te “cae” un regalito inesperado. Este año han sido los dos Cartoonist de Kyle Baker.
Ambos Cartoonist siguen el mismo esquema, la primera mitad del cómic reúne una serie de chistes de todo tipo, de médicos, de cazadores, de políticos (americanos, claro) sin conexión entre sí, y otros que se reúnen en miniseries de 4 ó 5 páginas con una temática digamos común: los cuentos clásicos, la Biblia, los abogados, etc.
Podemos observar todo tipo de técnicas: chistes de una sola viñeta, sin palabras (la mayoría), con un breve texto, en una sola página, o en varias que nos arrastran al desenlace final. Sólo “faltaría” el formato tira de prensa convencional de izquierda a derecha, pero al no utilizarlo Kyle tiene toda la libertad para usar la página de la manera que él cree mejor.
El resultado de esta primera parte es bastante irregular, desde la genialidad absoluta que te arranca la carcajada a otros con los que la cosa no pasa de sonrisa. El problema es que hay algunos (y no uno ni dos) que lees y remiras tratando de encontrarles un punto que se te escapa, y que finalmente te resignas a decirte: “pues no lo he entendido”.
Por suerte llegamos a la segunda mitad del cómic: Los Baker, una serie donde Kyle hace una parodia de si mismo, de su mujer y sus hijos, y es aquí donde, utilizando aspectos cotidianos de la vida de una familia con hijos pequeños: el cambio de pañales, las batallas del baño, el vestirlos, los juguetes en todas partes, las cosquillas, los berrinches, encontramos al mejor Kyle Baker, no sólo por las risas que nos provoca, sino también por la enorme ternura que envuelve las historias, y si alguien resulta ridiculizado es únicamente el propio autor.
Es posible que a los que tenemos hijos pequeños (mi pequeño Daniel acaba de cumplir dos añitos) estas historietas nos resulten más entrañables, ya que muchas las hemos vivido casi tal cual, y creo que precisamente en eso pensó el amigo Eduard cuando escogió estos dos cómics como regalo.
Finalmente, decir que el segundo Cartoonist mejora en la primera sección de chistes diversos (hacen más o menos gracia pero se entienden todos) y la parte de Los Baker las situaciones no sólo no caen en la reiteración, sino que consiguen superarse.
3 comentarios:
Sabía que te iba a gustar. Aquí vemos a un Baker desatado, a sus anchas, con un finísimo e irónico sentido del humor, y donde está que se sale es en la sección que dedica a las anécdotas de su familia, donde las diversas vicisitudes que le ocurren son para troncharse de risa, dejándote un buen sabor de boca cuando terminas de leerlas y deseando poder disfrutar de más en un futuro próximo.
La verdad es que me han quedado ganas de más Baker, aunque todos echan pestes de su uso del photosop. Y la verdad es que al ser un regalo no he querido comentar la edición de Planeta, porque como es habitual en la casa nos fotocopia las páginas de color dejándonos esos grises tan curiosos.
Yo tengo a Baker entre mis favoritos. Es un artista que ha sabido reciclarse y avanzar con los tiempos. A pesar de lo que digan de su uso del Photoshop (o lo que quiera que use para dibujar) sigue siendo un muy buen narrador, y al final de eso se trata.
A ver si se empieza a reconocer a este hombre, que está aún por descubrir en España.
Espero que Planeta también saque el resto del material que publica en su propia editorial. Merece la pena.
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