"SPECTRUM: Lo Mejor en Arte Fantástico Contemporáneo"

Entre mis preferencias del mundo del 9º arte en general, hay una de la que no había hablado aún y que es una de mis pasiones ocultas, aunque no puedo dedicarme a aumentar mi biblioteca siempre que quiero, porque el desembolso económico es bastante considerable.

Pero, a pesar de todo, de vez en cuando me doy un capricho y adquiero algún que otro volumen de lo que se conoce como el género de la "Ilustración".

¿Quién no ha disfrutado con las fabulosas portadas de comics, discos, libros, carteles de cine, etc. que nos deleitan con imágenes fantásticas y qué atráen nuestra mirada irremediablente hacia ese objeto, aunque no nos interese nada su contenido?

Cuando era pequeño, veía esas imágenes y me quedaba encandilado mirándolas mientras me preguntaba como estarían dibujadas. Todo los materiales de dibujo que yo tenía a mi alcance no eran capaces de darme los colores ni el resultado que veía en aquellas imágenes. Con el tiempo y el conocimiento, fuí profundizando en la técnica y descubriendo a algunos de los artístas ilustradores más conocidos y descubriendo cómo era posible lograr aquellos resultados tan espectaculares. Es cierto, y no puedo dejar de mencionar, que no solo la técnica, sino el talento de esos ilustradores, son capaces de proponernos algunos de los viajes más alucinantes en el mundo de la imaginación.

Como buen coleccionista de imágenes, busqué y fuí capaz (a veces a duras penas) de encontrar libros específicos de ilustración, donde tenía la gran oportunidad de disfrutar en sus páginas a todo color, en papel de gran calidad, satinado... del trabajo de aquellos artistas de los que admiro su gran talento, maestría y creatividad. Cada página se hojea lentamente una y otra vez, recorriendo las imágenes hasta los más mínimos detalles, descubriendo en cada mirada nuevas interpretaciones de cada ilustración... como disfrutar de una misma ciudad en cada viaje, porque siempre somos capaces de verla de una forma diferente.

Una de esas propuestas visuales se llama "SPECTRUM: Lo Mejor en Arte Fantástico Contemporáneo". Corría el año 1995 y estando de vacaciones en Washington D. C. encontré el tomo nº 2 en una librería. Como buen fanático de este tipo de arte, me compré ese volumen. No sabía exactamente en que consistía esa edición; como era de arte fantástico, simplemente me lo compré.

Pero una vez que entré al detalle de la edición, me dí cuenta de que aquella publicación no era sólo un libro de ilustraciones, sino que se trataba de una recopilación de las mejores ilustraciones del año en el tema de arte fantástico en diferentes niveles de difusión: Publicidad, Portadas de Libros, Cómics, Arte Conceptual, Escultura, Ilustración de Editoriales, Ilustraciones Institucionales y, por último, Ilustaciones Inéditas. Además, la razón de la existencia de SPECTRUM es, no sólo recopilar lo mejor del año, sino premiar a los mejores trabajos del año en cada una de las categorías. Son los premios y el reconocimiento del trabajo de los artistas por los propios artistas.

Realmente, gracias a esta iniciativa de los editores Cathy Fenner y Arnie Fenner y a su amor por este arte, los que disfrutamos con la ilustración tanto como con los tebeos (y algunas veces un poquito más, tengo que confesarlo) tenemos la oportunidad de tener a nuestro alcance una colección con lo mejor del año a juicio de estos dos editores. Quizás sea un poco a su gusto, quizás sea un poco al estilo americano, pero realmente no me importa porque disfruto enormente con este género.

Este año está resumido en la edición nº 14, cuyo ejemplar he podido adquirir en mi tienda de cómics habitual (un saludo a Alicia, mi librera) porque afortunadamente los tiempos han cambiado y ya se pueden encontrar libros de ilustración en muchos más sitios que no sólo en Madrid y Barcelona (y no digamos en internet).

Para los que queráis acercaros al mundo de la ilustración, algunos nombres que ilustran este artículo: Stephan Martiniére, Jon Foster, Adam Hughes, Jason Chan, Donato Giancola... hay muchos más, pero si queréis saber cuáles, compraros el libro como regalo de Reyes, ¡qué mejor capricho!