jueves, diciembre 20, 2007
UNDERGROUND de Emir Kusturica
DIRECTOR: Emir Kusturica
AÑO: 1995
DURACIÓN: 170 min.
PAÍS: Francia-República Federal de Yugoslavia-Alemania-Hungría
REPARTO: Miki Manojlovic(Marko), Lazar Ristovski (Blaky, El Negro), Mirjana Jokovic(Natalija), Lavko Stimac(Ivan), Ernst Stotzner(Franz), Srdab Todorovic (Jovan), Mirjana Karanovic(Vera), Milena Pavlovic(Jelena).
DISTRIBUIDOR: Fnac
Que alguien como Emir Kusturica sea de los pocos que tienen ya en su haber dos palmas de oro, además de otros premios de cierto nivel europeo, viniendo de un lugar como son los Balcanes, donde parece que el cine no tiene esa tradición tan arraigada como en otros países europeos, tiene que tener su mérito. Si, además, tenemos en cuenta que su cine es bastante desconocido por mucha gente, quedándose siempre a medio camino entre el cine de autor y el de entretenimiento despendolado, con grandes toques de surrealismo, refuerza, aún más si cabe, mi teoría de que estamos ante un director que, si bien no aporta nada nuevo a lo ya inventado, sí que le da ese toque distintivo a sus creaciones que, por otra parte, no suelen dejar indiferente a nadie.
Ésta es una tragicomedia protagonizada principalmente por dos revolucionarios, y ambientada en un amplio periodo histórico de los Balcanes, donde la Segunda Guerra Mundial sirve como punto de partida, y la guerra civil como punto final. La historia es una paradoja en sí, pues, mientras que en la superficie los acontecimientos siguen su curso, irremediablemente junto a los acontecimientos históricos del país, en el submundo, en ese sótano dedicado a apoyar a la resistencia con la fabricación de todo tipo de armas, no es ni mucho menos así.
Lo primero que se te viene a la cabeza cuando estás viéndola es, sin duda, Federico Fellini. Todo parece esbozar esa especie de festival continuo que parece acompañar en cada momento a esos personajes tan bizarros, tan excesivos y exagerados, siempre con esa música tan pegadiza, con ese ritmo tan endiablado, siempre todo muy coral. A veces, da la sensación que en cada escena pasen multitud de cosas a la vez. Escenas trepidantes, vertiginosas, con ese ritmo tan intenso que te hace perder el sentido de las cosas, y te da poco tiempo a la reflexión. Kusturica lo envuelve todo de una especie de realismo mágico donde todo puede llegar a ocurrir ¿Pero hay alguien cuerdo en esta película?
Pese a ese aire tan alocado que tiene en muchos momentos, también está presente esa sensación de impotencia que suele rodear a cualquier guerra, cobrándose multitud de víctimas, y que incluso acaba por enfrentar a hermanos o amigos. Todo es una gran mentira, una mentira que te ves forzado a vivir sin ninguna alternativa ¿Qué diferencia hay entre los que viven la mentira del conflicto armado o la mentira del sótano? Lo importante es adquirir el sentido de la vida, el sentido común, la conciencia política y social. Pero claro, cómo podemos hablar de integridad cuando un hombre honrado tiene poco que hacer en cualquier guerra, cuando lo importante es la defensa del individuo.
Una cosa que hay que agradecer a Kusturica es su preocupación por mostrarnos el mensaje de una forma tan irónica, incluso por momentos rozando lo ridículo, un tema tan serio como éste. También es destacable el que utilice principalmente actores no profesionales para intentar dar un toque más realista si cabe, a lo que hay que añadir sus abundantes toques de humor negro, en contraposición a la cruda realidad que supone cualquier guerra. Si, a todo esto, unimos el que introduzca en muchos momentos imágenes documentales, donde incluso llegan a interactuar algunos personajes con ellas, podéis haceros una idea de lo curioso y a la vez desconcertante que es todo.
Y eso es todo, si os atrevéis a darle una oportunidad a esta peli un tanto surreal, donde el realismo mágico está presente en muchos momentos, os aseguro que no saldréis indiferentes. Alguna vez hay que arriesgarse ¿no?
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