Cuervos era una lectura que tenía pendiente hacía ya mucho tiempo, exactamente desde que los dos autores vinieron como invitados por la Editorial Glénat al Expocómic del 2005. Imperdonable por mi parte. Aparte del trato exquisito que recibí por parte de Durand (magnífico el dibujo que me dedicó, que algún día mostraré en este blog), fue muy grato conversar con Marazano, que aparte de tratar al aficionado con amabilidad, tiene un dominio casi perfecto del español, lo que ayudaba mucho a mantener unas palabras con él, mientras Durand hacia la dedicatoria (que al final fueron 4, porque después de ver el magnífico trabajo que hacía Durand, hice que me dedicaran tres más para sendos amigos, Ximo, Giuseppe y Luis)).
Metiéndonos de lleno en lo que me ha parecido este primer volumen, una vez me decidí a leerlo después de tanto tiempo en la estantería, quiero expresar como primer calificativo que estamos ante una obra de muy alta calidad.
Metiéndonos de lleno en lo que me ha parecido este primer volumen, una vez me decidí a leerlo después de tanto tiempo en la estantería, quiero expresar como primer calificativo que estamos ante una obra de muy alta calidad.
Como ya he dicho unas líneas más arriba, el comienzo de la historia es duro, muy duro. Y es que ver, de buenas a primeras, como la que es llamada La Milicia intenta cargarse a sangre fría a simples niños, que no tienen más de diez años, impacta mucho. Y las escenas que nos ilustra Durand son, y lo digo sinceramente, de una crudeza brutal que te hace tener en corazón en un puño. El realismo te golpea sin dejarte respirar. Y no es que sean unas escenas de violencia gratuita, sino que claramente de una manera más o menos implícita te imaginas qué les ocurre a los chicos finalmente, y esto es algo que reflejan perfectamente ambos autores. Es pura y simplemente la violación de los derechos humanos en la franja de edad de la población más desprotegida (asesinatos, violaciones, drogas…). Con pocas palabras, y unas cuantas imágenes bien ilustradas, se explica perfectamente lo que acontece.
Vemos lo más sórdido que puede mostrarnos una sociedad decadente, desestructurada, clasista, sin esperanzas de futuro para la inmensa mayoría de una población pobre, desarraigada, donde la diferencia entre las clases pobres y las ricas es abismal, desplazados muchos a la fuerza de su lugar de origen, por los grupos revolucionarios, paramilitares y el ejercito, hacia las grandes urbes, y en donde se hace de todo para subsistir y sobrevivir en una sociedad sin futuro (aunque ahora en Medellín se intenta que gran parte de esa población desarraigada deje las armas y la violencia para reintegrarlos en Programas de Reinserción que pueden o no dar sus frutos. El tiempo, como siempre, les dará o quitará la razón).
Marazano, nos hace un retrato descarnado de esta sociedad, sin cortapisas, sin miramientos de ningún tipo, y sobretodo de ese incierto futuro de los niños sin una educación y un cariño, que caminan hacia un final seguro: la muerte prematura. Vemos a sicarios matándose los unos a los otros, matando niños como ratas, jóvenes esnifando pegamento a todas horas, corrupción, sexo fácil para subsistir… Y entre toda esta miseria, gente que intenta salvar lo insalvable, como ocurre a nuestro niño protagonista, Juan, al que Miguel intenta reintegrarlo a su Programa de Aprendizaje.
Y todo esto perfectamente acompañado con un dibujo realista de Durand, que no puede suavizar la crudeza de las situaciones descritas por el guionista, pero que no se ensaña dibujando escenas sórdidas, innecesarias si se sabe explicar e ilustrar bien lo que va a acontecer.
Vemos lo más sórdido que puede mostrarnos una sociedad decadente, desestructurada, clasista, sin esperanzas de futuro para la inmensa mayoría de una población pobre, desarraigada, donde la diferencia entre las clases pobres y las ricas es abismal, desplazados muchos a la fuerza de su lugar de origen, por los grupos revolucionarios, paramilitares y el ejercito, hacia las grandes urbes, y en donde se hace de todo para subsistir y sobrevivir en una sociedad sin futuro (aunque ahora en Medellín se intenta que gran parte de esa población desarraigada deje las armas y la violencia para reintegrarlos en Programas de Reinserción que pueden o no dar sus frutos. El tiempo, como siempre, les dará o quitará la razón).
Marazano, nos hace un retrato descarnado de esta sociedad, sin cortapisas, sin miramientos de ningún tipo, y sobretodo de ese incierto futuro de los niños sin una educación y un cariño, que caminan hacia un final seguro: la muerte prematura. Vemos a sicarios matándose los unos a los otros, matando niños como ratas, jóvenes esnifando pegamento a todas horas, corrupción, sexo fácil para subsistir… Y entre toda esta miseria, gente que intenta salvar lo insalvable, como ocurre a nuestro niño protagonista, Juan, al que Miguel intenta reintegrarlo a su Programa de Aprendizaje.
Y todo esto perfectamente acompañado con un dibujo realista de Durand, que no puede suavizar la crudeza de las situaciones descritas por el guionista, pero que no se ensaña dibujando escenas sórdidas, innecesarias si se sabe explicar e ilustrar bien lo que va a acontecer.
Aquí en nuestro país, la Editorial Glénat ha publicado los 4 tomos hasta ahora editados en Francia, que conforman esta colección, dentro de la colección Viñetas Negras. Después de reconocer el magnífico trabajo realizado por los dos autores, me veo en la tesitura de tener que comprarme los tres álbumes que continúan. Y a cualquiera que le guste esta temática, que trata las miserias de la sociedad por culpa de la corrupción y el narcotráfico, recomendarle esta compra que seguro no le defraudará.
Un cordial saludo.
5 comentarios:
Fue en el Expomanga o en Salón de Madrid??.
Hay la pila de comics pendientes no hace mas que crecer.
¡¡¡Uppss!!! Vaya descuido. Corregido. Gracias por el aviso. Es que la edad no perdona y uno está, a veces, en la parra...
Si, si, eso sera, la edad ...
Y no sería eduXavi que ayer estuviste en algún antro de perdición, de esos que hay en las fiestas de la Magdalena, con alegres bebidas de buen sentar el cuerpo ... que ya nos conocemos, eh.
Pues va a ser que no. Ayer, triste de mí, estaba currando, y como persona responsable que soy (no como otros) me fui directamente a dormir una vez finalizado el arduo trabajo... y de resaca, nada de nada (no como otros)...
Yo también acabo de leerlo y todavía tengo el corazón acelerado.
Brutal, salvaje, formidable.
Estoy deseando empezar con los siguientes!
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