lunes, abril 16, 2007

LITTLE BIG HORN

Sin duda es la más famosa batalla y la mayor derrota del ejército de los Estados Unidos durante las guerras indias.


En este post simplemente voy comentar los libros, películas y cómics, deteniéndome un poco más en éstos, que he tenido la oportunidad de ver o leer.
No intento hacer un compendio de “todo sobre Little Big Horn”.

La batalla a grandes rasgos:

Después del éxito de Nube Roja en la guerra de 1868 se firmó un nuevo tratado en el que se establecía que “ninguna persona de raza blanca podrá establecerse en su territorio ni cruzar por su geografía sin el consentimiento expreso de los indios”. Sólo unos 6 años después se descubría oro en las Colinas Negras y cientos de mineros empezaron a horadar las montañas, talar árboles y espantar la caza. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, ya que los indios no querían vender su tierra y se aferraban a lo pactado en 1868, muy pronto hizo acto de presencia el ejército, pero no para echar a los no invitados, sino para imponer nuevos recortes de tierra a los sioux y cheyennes, obligándoles a recluirse en sus reservas.
Aunque Nube Roja y una parte de los indios permaneció en la reserva de Pine Ridge, otros muchos con jefes como Caballo Loco, Toro Sentado, Dos Lunas (cheyenne) entre otros, decidieron no obedecer y llevaron sus bandas hasta los ríos Tongue, Powder y Big Horn para cazar búfalos. La guerra había comenzado.


Toro Sentado


El plan de campaña consistía en que tres fuerzas al mando de Crook, Terry y Custer convergieran en la confluencia de los ríos Big Horn y Little Big Horn.

El 25 de junio de 1876, una vez localizado el campamento indio, el Coronel George Custer, tras dejar una escolta a cargo de los suministros, dividió sus tropas en dos columnas, una al mando del Mayor Marcus Reno y la otra a sus órdenes para atacar el poblado desde dos direcciones. Se dio la circunstancia de que la concentración de indios era enorme (unos 10.000, de los cuales de 3.500 a 4.000 serían guerreros), prácticamente la mayor en toda su historia. El convencimiento de su superioridad llevó a Custer a menospreciar a sus oponentes, hasta que se encontró rodeado por ingentes cantidades de “salvajes" enfurecidos.
Sioux y cheyennes reaccionaron con gran violencia ante la visión del 7º de Caballería cargando contra su poblado. Las experiencias sufridas en las masacres de Sand Creek y en el Río Washita entre otras, no admitían dudas de las intenciones de los “casacas azules”.
Así pues, “Cabellos LargosCuster (que para la campaña se había cortado el pelo), fue superado tácticamente al no poder evitar ser rodeado, ni alcanzar una posición defensiva que le permitiera aguantar hasta la llegada de refuerzos, como, aunque con muchas pérdidas y algo de fortuna, había conseguido Reno. El mismo y su destacamento fueron aniquilados.

Aunque las distintas fuentes hablan de más de 200 soldados muertos, no hay datos sobre las bajas por parte de los indios.
Ante la imposibilidad de terminar con los restos del 7º de caballería reunidos en la posición de Reno, la escasez de municiones, y la posible llegada de más tropas (Terry o Crook) los indios levantaron el campamento y se separaron en grupos más pequeños para escapar de la venganza de los soldados.


Cómic:

Mac Coy. Little Big Horn. Ed. Grijalbo. Palacios y Gourmelen.



Aunque se aprecia un interés por los detalles históricos (Custer tiene su rango real de Coronel y no el de General, prohibió llevar sables a sus tropas para evitar ruidos que anularan la sorpresa, o rechazó llevar ametralladoras Gatling que necesitaban carros para su transporte para tener mayor movilidad), la narración se plantea de forma “clásica”, es decir, los indios preparan una gran coalición para “caer sobre el General Terry” y el 7º de caballería debe eliminar esa amenaza.
Mac Coy forma parte de la columna de Reno y es testigo de esta parte de la batalla, contemplando más tarde el desastre sufrido por Custer.



Encontramos una visión muy crítica de Custer, obsesionado en obtener la gloria como medio para sus fines políticos no sigue las instrucciones del General Terry, con una pésima dirección de sus soldados. Pero, por otra parte, se hace mucho hincapié en el mal equipamiento de las tropas (el rifle springfield de un disparo y la mala munición) y nos muestra a los indios con “modernos” rifles de repetición winchester, como en un intento de quitar méritos a los vencedores.
A nivel gráfico, el dibujo de Palacios está como siempre a gran nivel, con sus musculosos caballos, enormes pistolones, balas por todas partes y la confusión de los combates. Si vemos alguna fotografía de Custer observamos que la representación de Palacios es fidelísima al original, tal y como sucede con Mac Coy y el actor Robert Redford.



George Armstrong Custer


Para terminar, decir que el color aunque muy correcto en general (hay que tener en cuenta que se publicó hace casi 30 años), resulta horrible en las escenas nocturnas, todo bien manchado en azul y ya está, o en la primera aparición de Custer, que está debajo de un porche, mono-color morado de pies a cabeza.

Blueberry. El General Cabellos Rubios. Charlier y Giraud. Ed. Norma.



Estamos ante el colofón a una miniserie que, junto a otros 3 álbumes, El caballo de hierro, El hombre del puño de acero y La pista de los sioux (que recomendamos leer también), se encuadra más o menos en la Guerra de Nube Roja (1868), cronológicamente unos 8 años antes de Little Big Horn. Así pues, ni Custer ni el nombre de la batalla aparecen en ningún momento, siendo además la estación elegida el invierno, pero los paralelismos son evidentes. El General Alister comanda el 7º de caballería y busca conseguir el éxito militar a cualquier coste, encontrando la oposición del teniente Blueberry, en su papel de oficial honesto con los indios que trata de mantener la paz.
Asistimos a ataques a poblados, la destrucción de los enseres y caballos indios, una dirección militar del General penosa, la reacción de los indios que obliga a huir atravesando ríos, tropas cercadas en lo alto de una colina y un final que lleva la gloria lejos de las manos de Alister.

Giraud lleva dibujando Blueberry hace más de 40 años y en tan largo período de tiempo su estilo ha ido cambiando, desde un Jijé hasta llegar a un híbrido con su otro “alter ego”, Moebius. Este álbum es casi el fin de una segunda etapa, con un dibujo con enfoques más alejados y algunos primeros planos menos de los que veremos pocos álbumes después (a partir de El fantasma de las balas de oro).
Guión de Charlier, pues, más reivindicativo y comprometido de lo habitual en los años en que fue publicado, manteniendo en todo momento la tensión y el interés.


Cine:


Murieron con las botas puestas. Raoul Walsh. 1941.
Film que narra la vida y obra de Custer, en una de las mejores interpretaciones de Errol Flynn. Si dejamos aparte la cuestión histórica, estamos ante una gran película de aventuras.

Pequeño Gran Hombre. Arthur Penn. 1970.
Dustin Hoffman da vida al protagonista en una cinta a caballo entre la comedia y el drama. Rompe con la idea del mito de Custer.


Novela y ensayo histórico:


Flashman y los pieles rojas. George MacDonald Fraser. Ed. Edhasa. 1999
El héroe británico más granuja y cobarde de todos los tiempos no se pierde ninguno de los grandes acontecimientos militares del siglo XIX.

El Veterano. Frederick Forsyth. Ed. De Bolsillo. 2002
Las novelas de Forsyth se caracterizan por un gran trabajo de documentación previo. En esta recopilación de relatos independientes, uno de los capítulos está dedicado en gran parte a describir a la batalla con todo detalle.

Enterrad mi corazón en Wounded Knee. Dee Brown. Editorial Turner. 2005. Ver post sobre el libro.

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