martes, abril 17, 2007

CRÍTICA: GALACTICA, ESTRELLA DE COMBATE (Nueva serie) de Glen A. Larson

Antes de empezar a hablar de lo que esta nueva versión de la mítica serie de Galactica, Estrella de Combate me ha parecido, tengo que reconocer que la vieja Galactica no tuve la ocasión de verla en su momento cuando la emitieron a finales de los 70, y la verdad no sé como pudo ocurrir porque, hay que reconocerlo, soy un jovenzuelo que ya ha superado los 35 tacos, y en aquella época todo lo que se podía ver por las dos únicas cadenas que emitían no me lo perdía y, en cambio, parece ser que esta serie me la perdí por completo (porque encima no me acuerdo ni de un mísero capítulo). O no la vi desgraciadamente, o realmente es que ya chocheo y mi memoria ya no es tan buena como lo era antaño y pierdo facultades a marchas forzadas.


Bueno, después de este acto de plañidera, la serie que naturalmente voy a comentar en este post es la nueva Galactica, Estrella de Combate, producida por Sci-Fi Channel y creada por Glen A. Larson, ya que de la vieja sólo he podido ver trozos de capítulos sueltos cuando la han vuelto a emitir de nuevo recientemente.

Tengo que decir que la serie me ha gustado, con sus pros y sus contras que intentaré desmenuzar a continuación, una serie de la cuál he visto las dos primeras temporadas (2003/2004), unos capítulos, algunos mejores que otros, que me ha enganchado, sintiendo la necesidad de ver nuevas historias que giran entorno a esta Estrella de Combate, y eso, en una serie nueva, con dos temporadas vistas, y encima casi remake de una serie antigua ya mítica, es bueno, muy bueno a mi parecer. Seguro que habrá gente que estará a favor o en contra, o que ya ha tenido suficiente y va cansándose, lo que es normal cuando una serie parece eternizarse (parece ser que ya va por la 4ª temporada), pero a mí de momento no me ha cansado, todo lo contrario, aunque hay que reconocer que yo siempre estaré más predispuesto y más receptivo por mi pasión, diríamos desmesurada, por la ciencia ficción en general, y la espacial en particular.


La ambientación de la serie para mí está muy conseguida. Unos decorados, sobre todo de la nave Galáctica, bien definidos, que te permiten transportarte dentro de la nave, creyéndote que ya es un cascarón viejo apunto de jubilarse, con una iluminación tendiendo a lo oscuro y jugando con unos colores con una perfecta graduación de grises, que da la sensación de vetustez, de esa sensación de óxido y viejo que rezuma toda la nave. Y hay que felicitar al equipo de decoradores, que con unos cuantos habitáculos, aparte del puente de mando y el hangar, han conseguido hacernos creer que estamos dentro de una vasta nave. Esto también se consigue con esos ángulos imposibles cuando del exterior de la nave se trata, con ese bombardeo constante de vipers de combate que salen como si de pequeños misiles se tratara. En contraste, tanto en la nave Colonial One de la presidenta como en el lujoso crucero Nube 9, y otras naves de la flota, se ha buscado un contrapunto a la frialdad de una Estrella de Combate como la de las naves de combate, con tonos más cálidos y colores más claros, apropiados para unas naves que no son utilizadas para el combate sino para funciones más, digamos, “civiles”, consiguiendo una normalidad y cotidianidad en la vida diaria de los supervivientes de la flota.



En cuanto a los personajes, nos los encontramos para todos los gustos. El problema de estos es que a veces, por exigencias del guión, no acaban de estar del todo definidos o en cambio están sobreactuados sus papeles. Y con todo, también hay que mencionar la polémica que suscitó y suscita que algunos de los personajes fueran cambiados de sexo en la nueva serie, para disgusto de los fans de la antigua Galactica.



Dos papeles que están muy conseguidos son los de dos de los personajes principales, acertadamente dados a dos pesos pesados de la interpretación como son Edward James Olmos (Comandante William Adama) y Mary McDonnel (Presidenta Laura Roslin), que consiguen darle un toque de seriedad y responsabilidad a cuanto hacen en la serie, siendo como son los verdaderos líderes de la humanidad superviviente del ataque de los Cylon.



El resto de los papeles principales se les ha asignado a actores jóvenes casi desconocidos, pero de gran proyección. Estos los podemos dividir en varios grupos:

MILITARES, PILOTOS Y MECÁNICOS. Con peso fundamental en una serie como ésta donde se habla de la lucha que mantienen humanos y Cylons, una guerra de la cuál depende la supervivencia de la raza humana.

Tenemos a Lee “Apolo” Adama (Jamie Bamber), hijo del comandante de Galactica, jefe de escuadrones de vipers, uno de los protagonistas principales, personaje aparentemente frío y metódico, que vive aún bajo la sombra de su hermano Zak, muerto en combate (el cuál fue el hijo predilecto de William Adama) y ex-pareja de Starbuck, por la que mantiene durante toda la serie sentimientos encontrados.

Kara “Starbuck” Thrace (que en esta nueva versión es una chica) es el personaje rebelde, intrépido, con fuerte personalidad, capaz de enfrentarse con cualquiera, sea o no superior suyo, y que es, con diferencia, el mejor piloto de la flota. Un personaje perfectamente logrado por la actriz Katee Sackhoff.



El oficial Gaetta (Alessandro Juliani), la oficial Dualla (Kandyse McClure) y el coronel Tigh (Michael Hogan) representan el apartado militar responsable de mantener a “flote” una nave tan impresionante como es la Galactica, con el consabido trabajo en el Puente de Mando de la Estrella de Combate. Personajes con trabajos de responsabilidad, pero que tienen también su lado humano en las difíciles relaciones personales que pueden mantener durante la serie. Aunque Michael Hogan hace un buen papel, no acaba de ser definido y conseguido su papel de amante esposo, alcohólico perdido y oficial de alta graduación, aspectos a veces incongruentes unos con los otros, careciendo a veces de verosimilitud.


Helo (Tahmoh Penikett), el Jefe Tyrol (Aaron Duglas) y la especialista Cally (Nicki Clyne), entre otros, son el restante equipo militar y de mecánicos, necesarios para dar coherencia a la serie y que tienen sus pequeños papeles protagonistas en diferentes episodios, como la relación que mantienen Helo y Tyrol con la misma mujer.

CIVILES. Son personajes que, en una serie que intenta mezclar lo militar con lo civil (salvar a los supervivientes del ataque Cylon e ir en busca de la Tierra Prometida), son necesarios, teniendo papeles secundarios con el único objetivo de dar veracidad a la historia que se nos quiere contar.

Resaltar el papel, aunque pequeño, del caudillo rebelde Tom Zarek, que interpreta el actor Richard Hatch que, como curiosidad, en la serie clásica encarnó a Apolo.



También personajes meramente secundarios, pero que tienen cierta relevancia en algunos capítulos, sobre todo por sus relaciones personales, son algunos civiles más que aparecen asiduamente como son: Billy Keikeya (Paul Campbell), Ellen Tigh (Kate Vernon), la Sacerdotisa Elosha (Lorena Gale)…



Mención especial también merece el de Gaius Baltar (James Callis), un personaje que a mi parecer desentona un poco en la serie, con una sobreactuación de un personaje que encarna a un científico brillante, causante de la actual invasión Cylon, que le intentan dar un toque de genio loco (demasiado para mi gusto diría yo), con situaciones muy poco conseguidos cuando el personaje habla con la Nº 6, producto de sus subconsciente, con unas reacciones y gestos exagerados, dando a entender los que lo ven que realmente es el “típico científico loco” (¿hacia falta representarlo con esa actitud estereotipada tan exagerada?).

La relación militares/civiles está, digamos, suficientemente compensada, por las dos parejas, Comandante Adama / Presidenta Roslin, y por sus segundos, Coronel Tigh / Gaius Baltar, pero careciendo un poco de saber bien a que juegan cada uno en diversas situaciones y sin saber a veces quién es el que lleva realmente la voz cantante, habiendo momentos que parece estar claro y otros que parece que las tornas cambian. ¿Podríamos entender que, al ser una situación atípica y extrema, la relación de convivencia puede plantear dudas de cómo actuaríamos realmente llegado el caso? ¿Y una guerra de desgaste como ésta podría llegar a producir “vacíos” y momentos de “calma chicha” que son utilizados por los guionistas para contar las diferentes subtramas que se presentan en las relaciones entre los supervivientes y, por qué no, entre los Cylons?

CYLONS. También merecen una mención aparte los grandes enemigos de la humanidad, unas “tostadoras” como las califican los protagonistas de la serie, que se han propuesto exterminar a la humanidad, quién fue la que creó a los Cylons.



A diferencia de la serie clásica, en la actual serie se ha perfeccionado el concepto de los Cylons. En la antigua habían de diferentes clases, unos más desarrollados que otros, con más o menos inteligencia, pero que eran máquinas al fin y al cabo sin ninguna duda a simple vista.

En cambio, en la nueva serie, aparte de mejorar los modelos Cylon de combate (gracias a los efectos especiales por ordenador), y las nuevas naves de combate (Raiders), mitad máquina/mitad ser vivo, están los modelos que son réplicas perfectas de los seres humanos, tanto físicamente como psíquicamente (aunque más fríos y calculadores y físicamente más fuertes), lo que casi imposibilita diferenciarlos de los humanos, y que llegan a tener incluso conflictos emocionales de primer orden (tanto morales como sentimentales) a medida que avanza la serie (concepto que siempre ha aparecido en la lucha eterna entre el bien y el mal, donde siempre por ambas partes sobrevuela la duda de lo que moralmente está bien o está mal, de lo que es correcto o incorrecto).

Entre estos últimos modelos de Cylon destacaremos a Sharon “Boomer” Valerii (Grace Park), que aquí en la nueva versión también es una chica, y a la Nº 6 (Tricia Helfer), verdadero quebradero de cabeza de Gaius Baltar. Estos dos Cylons casi humanos (junto algún que otro que también aparece) tienen un peso muy fuerte y específico, de gran relevancia en la nueva serie, girando alrededor de ellas muchos conceptos básicos y filosóficos de la serie, siendo terribles enemigos a los que combatir pero que están en constante evolución a lo largo de la trama, poseedoras de fuertes convicciones y creencias, pero no exentas de constantes dudas interiores y existenciales.

Dejando ya un lado a los diferentes personajes, comentaré aspectos más concretos de la serie, la cual, en su conjunto, tiene unos parámetros de calidad muy alta, hilvanando perfectamente las diferentes tramas y subtramas que la nutren, pero donde tengo que puntualizar que a veces algunos capítulos no han estado lo suficientemente trabajados, cohesionados o definidos, en relación a plantear temas de diversa índole, tanto militares como sociales, pero que condicionados a la duración estipulada y limitada de los capítulos (unos 50 min.) no acaban de redondear ciertos conceptos que se quedan en el aire o son explicados de forma sucinta y rápida.
Respecto al tema de los efectos especiales, “chapeau”, consiguiendo una ambientación perfecta respecto al tema de las diferentes naves (con ese regusto a “añejo”, con grandes naves pero destartaladas donde se hace evidente el desgaste producido por surcar el espacio), y una coreografía perfecta respecto al tratarlas en combate, con batallas entre vipers y riders, y otras naves (raptors), como si formado parte de un ballet se tratara, utilizando una acertada banda sonora, en concreto de tambores rítmicos y acompasados in crescendo, antes que los consabidos y tradicionales sonidos de disparos varios. También encuentro acertado como han conseguido solucionar el tema de los combates multitudinarios de naves, sin que éstas choquen unas con otras, dando un movimiento inusual, rápido y coordinado a las diferentes naves, con gran autonomía de movimiento.



En conclusión, una buena serie para todo amante de la buena ciencia ficción espacial que bebe de su predecesora (pero reinventándola y no siendo un simple remake, aportando aspectos y conceptos novedosos, a la vez que se aprovecha de la nueva tecnología audiovisual aplicada con impactantes efectos especiales por ordenador), y también de las míticas series y películas de ciencia ficción, pero ni siendo tan “teatral” su puesta en escena como lo es Star Trek ni tan espectacular y “universal” como lo es Star Wars.

De momento ya estoy tardando en poder gozar de nuevo con la 3ª temporada.

Para más información:

- Consultar la edición especial del Magazine de Sci Fi.es sobre Battlestar Galactica.
- http://www.scifi.com/battlestar
- http://www.battlestargalactica.com/index.htm

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