martes, junio 19, 2007

CRÍTICA: GATTACA de Andrew Niccol

Siempre me acordaré cuando vi por primera vez esta película, allá por el año 1997, cuando se estrenó en los cines. Es una película de ciencia ficción, de esas que te habían comentado que trataban temas de reflexión de hacia dónde iba la humanidad, sus valores morales, su afán de mejorar, de competir, su forma de organizar la sociedad y, naturalmente, el deseo desde siempre, de la raza humana, de explorar el espacio desconocido. Los sueños, ya se sabe, provocan que las personas sean capaces de todo para conseguir realizarlos.

Este film, poducido por Columbia Pictures, que ya lo he visto en la pequeña pantalla alguna que otra vez, no podía dejar de tenerlo algún día en mi filmoteca. Por lo que no he tenido más remedio que aprovechar la colección de dvd's que está sacando el periódico El País para tenerlo por fin en mis manos, y aprovechar la coyuntura para hacer este post sobre la película.

El comienzo de la película es uno de los más bellos que recuerdo, no por la belleza de las imágenes en sí, que también la hay, sino por el afán de superación del protagonista, Vincent, interpretado por Ethan Hawke, el cual, desde el mismo día de su nacimiento, le diagnosticaron que padecía una enfermedad cardiaca que le daba una esperanza de 30 años y, naturalmente, la imposibilidad de llegar a lo más alto de la sociedad, estratificada de tal forma que sólo podían llegar a su cima los más aptos, los que reunían todos los requisitos de perfección en su cuerpo y mente (una especie de acotar y buscar al hombre perfecto, interpretar al superhombre que preconizaba Nietzsche).

Vincent Freeman es un hijo de Dios, nacido sin ninguna ayuda ni modificado ni seleccionado para venir al mundo sin ninguna enfermedad congénita que pudieran trasmitirle genéticamente sus padres, sin la selección de los óvulos ni del esperma de sus progenitores. Es el eterno dilema, tan en el candelero hoy en día, de si las personas deben jugar a ser Dios y crear a sus hijos dentro del parámetro de la perfección absoluta (una duda que también plantean los padres de Vincent, al dudar de que su nuevo hijo, ya fecundado siguiendo un proceso de selección, pudiera tener también algunas características genéticas buscadas al azar), o deben dejar que la naturaleza actúe libremente y aceptar, sin duda alguna por su parte, que el hijo que nacerá, sea como sea, debe ser amado y aceptado por sus progenitores.

El trío protagonista realiza una interpretación de gran nivel. Por un lado tenemos al protagonista principal, Vincent Freeman/Jerome Morrow, que siendo joven se revela contra las limitaciones y barreras que le impone la sociedad por ser un “No válido” y intentará por todos los medios posibles y no posibles alcanzar su sueño de viajar al Espacio, sólo reservado para los “Válidos”, los mejores de la sociedad.

Uma Thurman interpreta el papel de Irene Cassini, una “Válida” que rivalizará con Gerome/Vincent por realizar el sueño de viajar a las estrellas. Ambos interpretan dos papeles de personas frías, calculadoras, sin emociones, sólo centrados en lograr sus objetivos, y bordan ese papel de impenetrables. Pero, como siempre ocurre, las apariencias engañan.

Jude Law interpreta el papel de Eugene/Jerome Morrow, un “Válido”, que tras sufrir un accidente, será el candidato perfecto para ayudar a Vincent a lograr sus objetivos marcados, y todo para poder mantener el ritmo de vida marcado por él. Comprobamos entonces que, por interés, el hombre es capaz de rebajarse, o superarse, para conseguir sus sueños y luchar contra las imperfecciones e incongruencias que se producen en cualquier “Sociedad” de hoy en día. Pero, en el fondo, ¿será capaz de aceptar en lo que se ha convertido?

El guión de Niccol muestra la concepción de una “Nueva clase baja”, no determinada por el status social o el color de la piel, sino por la ciencia que es la que automáticamente los discrimina y determina que, según las características desde el momento de su nacimiento, las personas sirven para determinados trabajos en la sociedad, sin posibilidad de promoción a otro escalafón superior, y sean clasificados, por lo tanto, como “Válidos” y “No válidos”, muy en la onda de Un mundo feliz de Aldous Huxley, donde también, aunque de una manera más radical, nos narraba que la gente ya era redistribuida, antes de su concepción, modificada genéticamente, en determinados y concretos trabajos, y en diferentes castas estratificadas en la sociedad de forma piramidal. Y todo en pro de la felicidad suprema, pero ironías de la vida, la "vida perfecta" puede ser imperfecta en su concepción si todo está tan calculado desde un principio, sin posibilidad alguna del libre albedrío y la opresión continua de no poder ser todas las personas iguales.

También curiosa la escenificación de un mundo futuro, pero muy próximo en realidad al nuestro, demasiado cercano ya si lo comparamos con el siglo XXI en el que estamos, con una mezcla de edificios futuristas, alta tecnología, pero manteniendo un modo de vida clásico, incluso con la introducción de vehículos clásicos de mitad siglo XX, pero que en este caso no producen el habitual sonido de motor. Al igual que el vestuario, más futurista, más impoluto, más aséptico cuando los personajes se encuentran en Gattaca, y totalmente "clásico" cuando los protagonistas hacen su vida cotidiana. Curiosa mezcla de imágenes de diferentes épocas en una misma, pero que no “chirría” en ningún momento.

Y buenísima la banda sonora de Michael Nyman, que hace un trabajo magnífico, con un sonido de violines genial, dándole el tono adecuado a la cinta, con un ritmo cadente, con un tempo apropiado, una bella melodía que sabe perfectamente transmitir lo que Niccol nos quiere contar.

En resumen, y si no lo habías intuido ya, recomiendo esta cinta a cualquier amante de la ciencia ficción en particular y al cine en general. Buen trabajo del director, magnífico guión de él mismo, y fantástico trabajo de los actores. ¿Qué se puede pedir más de una película?

Un saludo cordial.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta esta peli: todo tan medido, tan cabal, tan metódico... y sin ser nada de eso!!
Las emociones contenidas, llevadas al máximo y sin dejarlas desatarse...Ciencia ficción sin un sólo efecto...
Me encanta (¿ya lo había dicho, verdad?)

Besitos

Corominas dijo...

Pues sí, Gattaca es una gozada. La banda sonora de Nyman me sigue pareciendo de lo mejor que ese señor calvo (que da la espalda a su público en los conciertos ) haya hecho nunca, colaboraciones con Greenaway aparte. :-)

Anónimo dijo...

Como bien apunta Corominas, aquí Nyman esta increíble, aunque no llega a la de El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante de Peter Greenaway, la cual es verdaderamente hipnótica, de lo mejor que nunca se ha hecho en el cine.
Gattaca es de esas pelis que te se quedan grabadas sin poder remediarlo, algo que me paso también en Dark City de Alex Proyas, o la Invasión de los ladrones de cuerpos de Don Siegel. Tienen ese toque inquietante tan difícil de explicar que me encanta.

EduXavi dijo...

Tienes toda la razón Mar. Una película de ciencia ficción que sin ningún alarde y sin abusar en ningún momento de los efectos especiales, te llega dentro y te convence plenamente.

Pues sí Enrique, una de las bandas sonaras que más me han convencido dentro del cine de ciencia ficción, medida hasta la última nota para que todo encaje.

Lástima no haber oído la banda sonora de Nyman en la película de Greenaway, que seguro que es fantástica. De lo que sí que estoy de acuerdo contigo Ximo, es que Dark City es una gran película, con una atmósfera muy bien conseguida y una ambientación oscura que te trasmite un no sé qué que te atrae y te fascina.

Félix Ruiz dijo...

Gattaca es una pequeña maravilla, es cierto. Me encanta ese puntillo "Meliés" que tiene cuando todos se embarcan en las naves vestidos con traje y corbata , o cuando se ven despegar las naves a lo lejos. La banda sonora de Nyman embellece aún más si cabe la peli.

Y qué os voy a decir de "Dark City"!!!!!!. Muy de videoclip, pero aún la veo y me sigue entreteniendo.

Y si Eduxavi tiene alguna dificultad para hacerse con las bandas sonoras de Nyman para Greenaway.... pues no tiene más que escribirme un correo y lo arreglamos!!!. :-))))))))

EduXavi dijo...

Sí, sí, sr. Ruiz, muy buena observación. Yo también me quedé impresionado con esa forma tan poética de captar los diferentes momentos de la historia, acompañados por la fantástica (lo diré una y mil veces) música de Nyman, y con ese vuelo espacial con astronautas vestidos de traje y corbata como si tal cosa. ¡¡¡Genial!!!
Y tomo nota de su ofrecimiento.