viernes, mayo 14, 2010

CRÓNICA: 28è SALÓ DEL CÒMIC DE BARCELONA (I)

Un año más un buen número de TraZer@s acudimos a nuestra ineludible cita anual del Saló del Còmic de Barcelona, que cumplía su vigésimoctava edición, localizándose el mismo en la misma ubicación de los últimos años, en el Palacio nº 8 de Fira de Barcelona en Montjuïc.

Como es tónica habitual de todos los años, el jueves fue el día de menos afluencia al recinto, aprovechándolo para poder visitar con tranquilidad todas las exposiciones que se habían montado en esta edición y hacer el consabido acopio de fotografías de las mismas, y de las que haremos referencia en un próximo post de la mano de Susana. A pesar de ser un día tranquilo en cuanto a temas de firmas y demás se refiere, el pateo arriba y abajo de este extenso pabellón ya fue suficiente para que acabaramos con un dolor de piernas que no veas... menos mal que era el día en el que la mochila pesaba mucho menos...

Yo si tuviera que destacar una exposición, me decantaría claramente, y sin lugar a la duda, por la de Los ritmos del cómic, que por la calidad de todos los originales y reproducciones expuestas, y el tamaño de la misma, no por nada ocupaba casi todo el ala noroeste del palacio (lugar donde generalmente se ubicaban varias exposiciones a la vez en anteriores años, así como el stand de firmas de Ficomic), situándose también integrada en ella el escenario donde se realizaron los conciertos que este año se celebraban por la tarde dentro del recinto.

Y, naturalmente, el jueves es el día ideal para deambular por los diferentes stands de las editoriales y de las tiendas, en busca de algún producto que te haga picar, encontrar ese cómic descatalogado largo tiempo perseguido o que está muy rebajado su precio, o simplemente echar un vistazo a las innumerables novedades que estos días inundan el Saló.

Ya el viernes por la mañana fuimos en busca de las primeras firmas (alguna que otra ya cayó el jueves todo hay que decir), aunque el tema estaba igual de tranquilo, no habiendo muchas de ellas y tampoco mucha aglomeración de aficionados, pero las suficientes sesiones de firmas para que se empezarán a formar las primeras largas colas y donde los dibujos más buscados y codiciados por los aficionados eran los de autores de la talla de Gene Ha, Ivan Reis, Diggle & Jock, Vivès & Chabane, Liberatore o los del maestro Tardi (sin olvidarnos de las firmas de Moebius del sábado), así como las de nuestr@s Miralles, Ferry, Larroca, Roca, Munuera, Pellejero, Fernández, Robledo & Toledano, Raule & Roger


De izquierda a derecha: Jean-Pierre Verney, Dominique Grange, Jacques Tardi, Bastien Vivès, Merwan Chabane y Salvador Larroca... y el gran maestro Jean Giraud

Y la cosa ya se fue animando, si del tema de las dedicatorias nos referimos, el viernes por la tarde en la sesión de firmas multitudinaria (casi 50 autores nada más y nada menos) que tuvo lugar en la Fnac El Triangle. Aunque el sistema montado por la organización (tres zonas diferenciadas donde redistribuir a los autores) te obligaba desde un principio a decantarte por una de las zonas y, hasta que comenzabas a moverte por el “recinto” donde estaban ellos, la espera se hacía larga en un primer momento (con el consiguiente nerviosismo de los que estábamos en la cola, y todo porque algunos que tenían álbumes a mitad o final de la cola de ciertos autores, y viendo que estos podían estar parados, provocaba que la cola no avanzara e imposibilitaba, por tanto, que el reparto de autor/aficionado se hiciera más coherente y organizado), pero una vez ya entrados en vereda, y mejor fluidez por parte de la organización de las colas, la cosecha obtenida durante las más de dos horas que duró la sesión hay que reconocer que fue verdaderamente fructífera.

En primer plano vemos de espalda a Antonio Altarriba junto a Kim, seguido de Merwan Chabane, Bastien Vivès, Philippe Bercovici, Brigitte Findakly y Lewis Trondheim. Y otra zona donde estaban ubicados autores como Salvador Larroca, Pasqual Ferry y Paco Roca

Y el sábado y el domingo ya fue la vorágine… acabábamos una firma en algún stand y ya nos íbamos hacia otro donde otro autor ya estaba afilando sus lápices para empezar a dibujar (cuando no lo estaba ya), y después de ésta venía otra, y luego otra… siempre había algún lugar donde algún autor que te interesaba o que aún estaba por descubrir para uno estaba firmando, y podía estamparte su arte, pero con el inconveniente siempre de que muchas de estas sesiones de firmas se solapaban, por lo que era imposible acudir a todas por mucho que uno quisiera… y siempre teniendo presente que los años no pasan en balde y uno ya no está para muchos trotes ni para muchas horas de largas colas, acabando como siempre con un buen dolor de piernas, riñones, espalda y un cansancio acumulado verdaderamente digno de mención.


En la imagen de arriba, las largas colas que se formaban en el stand de firmas de Ficomic. En la de abajo, de izquierda a derecha: José Mª Martín Saurí, Brigitte Findakly, Lewis Trondheim, Alex Alice y Gene Ha

Yo si tuviera que destacar una dedicatoria por encima del resto de las obtenidas por mí en el Saló, fue la última que conseguí el domingo por la tarde (quién lo iba a decir, cuando ya parecía que estaba todo el pescado vendido), y como yo ya no tenía nada mejor que hacer hasta que saliera nuestro tren a última hora de la tarde, decidí hacer cola para que me dedicaran el tochazo de Los Perdedores sus autores, Andy Diggle y Jock, ambos en plena promoción de la adaptación a la gran pantalla de esta obra, siendo este último el que me dibujó un pedazo de Batman del que aún estoy emocionado cuando recuerdo cómo me lo dibujaba. Espero pronto enseñarlo por este blog junto al resto de las dedicatorias que conseguimos l@s TraZer@s este año.

Mesa redonda de los Cómics en cartelera con Diggle & Jock aleccionados por el supertraductor Diego García, Enrique Ríos, Salvador Larroca y Oscar Jaenada

En cuanto a las conferencias y charlas se refiere, y como ocurre todos los años, al priorizar las sesiones de firmas por delante de otras actividades del Saló, me resultó imposible asistir a todas, exceptuando la de Los desastres de la guerra donde Jacques Tardi, Dominique Grange y Jean-Pierre Verney disertaron sobre los recuerdos de sus antepasados sobre la I Guera Mundial y nos desmenuzaron el proceso de elaboración de los cómics de este periodo obra de estos autores. Una charla muy amena, donde nos transmitierron los horrores de la guerra a través de multitud de anécdotas que se ven reflejados en cada una de las obras de Tardi sobre esta temática.


Charla de Los desastres de la guerra moderada por Jaume Vidal con Dominique Grange, Jacques Tardi y Jean-Pierre Verney

Por lo tanto, ante tal aluvión de ofertas de actividades de todo tipo, uno no teniendo el don de la ubicuidad, es imposible asistir a todos los actos que te ofertan desde la organización, y como comentábamos entre nosotros, sería necesario que el Saló durará una o dos semanas para poder asistir con tranquilidad, una detrás de otra sin solaparse, a cada una de las charlas, mesas redondas, proyecciones, talleres, clases magistrales y demás actividades que durante estos días se podían ver y participar en el Saló.


Un momento de la clase magistral de Irati Studio en la zona de talleres

Por poner alguna pega, la nueva ubicación de la Sala de Actos en una de las alas del recinto, así como el ya estar cubierta por un techo, no impedía que se oyera continuamente un fuerte ruido de ambiente, unido al elevado nivel del sistema de megafonía general, que impedía en algunos momentos escuchar bien a los ponentes. Es un tema que, año tras año, me consta que han intentado solucionar, pero sin conseguir alcanzar la solución ideal y definitiva, siendo la Sala de Conferencias el lugar ideal y acondicionado donde se deberían de celebrar todas las mesas redondas y las diferentes proyeccciones, aunque también tema arduo complicado por la limitación de horarios frente a la cantidad de charlas ofertadas.


Charla de ¿Hacia dónde van los superhéroes? moderada por Koldo Azpitarte y donde podemos ver de izquierda a derecha al mismo Koldo, junto a Ivan Reis, Gene Ha, Diego García y Gail Simone

En cuanto a la sensación general que me ha producido este Saló, se ha notado (al igual que el año pasado) la ampliación del mismo, ocupando la totalidad de la extensión de este palacio, resultando por tanto más extenso y más fácil el deambular por él… salvo algunas zonas el sábado y el domingo por la mañana, las cuales estaban atiborradas de aficionados, la impresión que me ha causado, y es eso, sólo una impresión, es de que ha habido un aumento (aunque por pequeño que pueda ser) en la afluencia de aficionados respecto a la edición del año pasado. La crisis a buen seguro que habrá frenado las carteras de los posibles compradores (de esto deberían ser las editoriales las que nos informaran sobre sus ventas, aunque siempre son parcas respecto a este tema… bueno, salvo Joan Navarro, el jefazo de Glénat, que coloca por un estilo las rentabilidad obtenida con respecto al año pasado), pero en lo que afluencia de público al Saló se refiere, parece que el número de visitantes ha aumentado algo.

La distribución de las diferentes exposiciones mantiene una línea respecto a los anteriores años (salvo la ya referenciada de Los ritmos del cómic, que ocupaba todo un ala del recinto), pero resultando un poco pobres en cuanto al continente se refiere comparándolo con otras exposiciones en anteriores ediciones, pero hay que suponer que la crisis ahoga por los cuatro costados y, por lo tanto, hay que recortar gastos por donde sea. Si tuviera que salvar tres exposiciones por ser algo originales en cuanto al continente, señalaría la de La revolución de los pinceles, la de Joso goes to Hollywood y la del Corto Maltés de Hugo Pratt.

Santiago García, David Rubín y Tomeu Pinya en plena sesión de firmas

Otro espacio a destacar era el de la zona de videojuegos que, aunque un poco en zona de nadie y en “penumbras”, estaba magníficamente ubicado para no interferir la marcha del resto del Saló y que los vídeojugadores pudieran estar a sus anchas. También destacaría la magnífica idea de situar los stands de los Fanzines en una zona amplia, todos reunidos en un mismo lugar, y no dispersos y de cualquier manera como ocurría en anteriores salones.


También me gustaría hacer una pequeña referencia a los premios de este año del Saló. Como ya sabréis, Rubén Pellejero se ha alzado con el Gran Premio del Saló, galardón que considero que es merecidísimo en consonancia a su ya larga trayectoria dentro del mundo del cómic y los buenos ratos que están aún por llegar gracias a la calidad de sus lápices (podéis leer aquí la entrevista que recientemente Giuseppe le hizo al autor). Otros de los triunfadores sin paliativos de ningún tipo este año han sido Antonio Altarriba (Mejor Guión) y Kim (Mejor dibujo) por su obra El arte de volar (Mejor Obra de Autor Español), una novela gráfica que, según se oye en los mentideros de este mundillo, es una de las grandes favoritas para recibir el próximo Premio Nacional de Cómic (podéis leer aquí la reseña que hice en su momento). Como merecidísimo también es el Premio a la divulgación de la historieta que han recibido l@s chic@s de Entrecomics, por su inconmensurable labor en pos del fomento del noveno arte desde su privilegiada ventana en la red, ¡¡¡Muchas gracias chic@s!!! Los otros premios recalaron en Alfonso Zapico (Premio Josep Toutain al autor revelación) gracias a su Café Budapest y a La guerra del profesor Bertenev (pinchad aquí y aquí para leer sendas reseñas de la mano de Susana), en el Génesis del maestro Robert Crumb (Mejor obra extranjera publicada en España), en Dos Veces Breve (Mejor revista), en Gato Negro (Mejor Fanzine) y en el Espacio Sins Entido (Mejor Librería Especializada).


Los grandes triunfadores de los Premios del 28è Saló del Còmic de Barcelona: Rubén Pellejero, Kim y Antonio Altarriba

Y, antes de finalizar esta crónica, no querría dejar de saludar a la peña que todos los salones, año sí y el otro también, nos vemos las caras… a tod@s l@s entrecomiquer@s, a David Fernández con el que pude conversar aunque fuera sólo un momento, al incombustible de cualquier cola que se precie Juan Rojas, al ínclito y polar José Andrés acompañado de su hijo Iván, y a tantos otros que, mea culpa, desconozco sus nombres pero que, por supuesto, reconozco sus rostros año tras año… y por supuesto a un buen puñado de nuestros autores con los que siempre es agradable y enriquecedor intercambiar unas palabras.


Bastien Vivès y Merwan Chabane en plena sesión de firmas

Pues nada, un Saló más a la saca… el año que viene más y mejor, esperando que esta lastrante crisis nos deje de una vez y que las editoriales y los propios aficionados se recuperen económicamente, para dar un nuevo impulso a este mundillo nuestro que, aunque sea paso a paso, y poco a poco, debe formar parte con letras de oro del mundo de la cultura de nuestro país.

Un saludo cordial.

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