Lo primero a destacar es que para poder publicarla como él quería, ha tenido que crear su propia editorial, la Editorial Cápside,
lo que ha supuesto esfuerzos, trabajos, disgustos y satisfacciones, a
lo largo de más de cinco años. El resultado ha valido la pena. De Sergio Mars (Valencia, 1976) sabemos que es licenciado en Biología, ha publicado numerosos relatos fantásticos en distintos medios, obtenido diverso premios (entre ellos el Premio Gandalf y el Premio Ignotus, el último en 2012 por el relato “Mytolític”), ha publicado la antología “El rayo verde en el ocaso”, “El precio del barquero” y “La mirada de Pegaso” y, desde 2007, tiene el blog sobre literatura fantástica “Rescepto indablog”, donde tenéis más información e interesantes posts de Sergio.
“La ley del trueno” se inicia con una gran y terrible tormenta en medio de la cual nace el tercer hijo del ervin de Salgaria. Su padre sabe que debe renunciar a él, pues es el elegido por el dios Siobana, quien rige a su pueblo y a quien imploran para sacudirse el yugo del Imperio de Fingard. Con este tremendo inicio conoceremos como este príncipe, Riegar, llega a ser comandante de los ejércitos de Fingard, y como, desde este alto puesto, intriga a favor de su pueblo. Se une la trama de los delmetios, pueblo nómada, mercenario, que está contratado como guardia personal del emperador y las propias maquinaciones del heredero al trono imperial.
En un principio la trama parece ser la acción política de la liberación de un pueblo sojuzgado con su líder Riegar, a la que se une los deseos de poder del príncipe Drawoh que ve como la corrupción, la dejadez y la costumbre minan la estructura y el poderío del Imperio. Sabemos de la inquietud del pueblo delmetio, guiado por los gemelos Erquil y Cokrum, pues saben que son mal vistos en la capital, a lo que se une los deseos de volver a su tradicional estilo de vida nómada.
Y digo en un principio porque pronto vemos que fuerzas sobrenaturales influyen en esta trama política. ¿O son los causantes originarios del desarrollo de estos acontecimientos? Fuerzas que influyen en los hombres, en sus decisiones, deseos y logros. La novela está dividida en 10 capítulos y en cada uno de ellos nos muestra diferentes “esferas” que reciben el nombre de su dios, esferas que hacen referencia al ámbito de acción de cada personaje y su pueblo, lo que ya nos indica que estas fuerzas sobrenaturales, estos dioses, son decisivos en la acción. El pueblo de Fingard adora a Wultan, dios marino, que los ha llevado a conseguir este gran imperio. Adorado por todos ejerce su influencia a través del sumo sacerdote Odryncer, el timonel. El pueblo salgio, sometido, ha simulado su integración en el Imperio pero no ha cejado en su deseo de ser libre: han puesto sus esperanzas en el príncipe Riegar y, Siobana, su dios, le ha elegido para el resurgir de su pueblo. Pero oscuros y ancestrales ritos han hecho surgir un ente desconocido, llegado de otras esferas, deseoso de medrar, Anther'a, el Oscuro que no ve mejor salida que encarnarse en el príncipe fingardiano Drawoh, llegando a ser un verdadero monstruo en lo físico y en lo mental.
Así que cada pueblo, cada dios, cada esfera de la realidad, lucha por permanecer, sobrevivir o liberarse sobre los demás. Cada pueblo tiene su representante, su paladín, al que se considera enviado por el dios. Riegar será el avatar profeta de Siobana, personaje que es un soldado curtido, maduro, tenaz, leal y luchador, que sabe de sacrificios por amor a su pueblo. El príncipe Drawoh, soberbio, ambicioso, con grandes ansias de poder, se fundirá con un ente y dará paso a un ser sobrenatural, será el avatar de Anther'a, venido de oscuras esferas, con poder sobre la oscuridad, lo maligno y el caos. El dios Wultan, ante la sorpresa de Odryncer, elige a un bárbaro delmetio como avatar, será Erquil, jefe de su tribu junto a su gemelo Cokrum. El sumo sacerdote Odryncer es un personaje en segundo plano pero sus ideas, acciones y confabulaciones desde la sombra, serán primordiales. Desde cierto alejamiento de la acción, mira y comprende toda la trama, todo lo tejido por estos seres sobrenaturales.
Los personajes están muy bien conseguidos. Riegar es un líder nato al que seguimos sin dudar y al que admiramos por su nobleza y valentía. Se hace apreciar desde el primer momento en que aparece en la historia. Pero también lo vemos dudar, madurar, se flexibiliza, lo que da mayor realismo y credibilidad a sus obras, su humaniza. El surgimiento, desarrollo y crecimiento del ser Anther'a a partir del joven príncipe Drawoh está muy logrado. Evoluciona primero como un ser a partes iguales humano y sobrenatural, va cambiando como un niño a joven y a un ser maduro. Mantiene la arrogancia y soberbia humana al tiempo que tiene una ciega confianza en sus poderes para conseguir lo que se propone: medrar en este mundo, esta esfera mortal y dominarlo todo bajo su oscuridad, destruyendo todo lo que se oponga a su voluntad, sea dios o mortal.
El contrapunto a estas dos esferas de poder lo tenemos en la tribu nómada delmetia, aposentada en la ciudad. Sus líderes, Erquil y Cokrum ven como los acontecimientos se desarrollan sin parar, los sobrepasan y ponen en peligro a toda su tribu. De forma fortuita, sin quererlo, será Erquil el elegido de Wultan para llevar a su pueblo y a lo que queda del ejército, contra Anther'a. El apoyo de Cokrum será crucial tanto para liberar a su tribu como para apoyarlo en sus decisiones. El cariño hacia su hermano hará que Cokrum tome una difícil decisión a eta lucha entre dioses que parece que va a arrasar a toda la Humanidad. Porque Cokrum no cree en ellos, cree en la libertad de su pueblo y en la suya. Influirá en Riegar al que hará ver la realidad de estos dioses, de su ineptitud para proteger a quienes les adoran.
Anther'a, con su poder sobre la Oscuridad y lo maligno, tiene poder sobre la muerte y crea su ejército a partir de los muertos. Revive a los muertos y los doblega a su voluntad, al tiempo que les infunde ansias por obedecerle y por todo vestigio de vida que les pueda rodear: atacan a los vivos sin temor a su destrucción porque ya lo están y les atacan con perseverancia para poder tener de nuevo, aunque sea pequeña, la chispa, la luz que da la Vida. Hago un pequeño inciso: es de agradecer que Sergio Mars no utilice la palabra “zombi” para designar a estos seres que vienen de ultratumba, los llama “revividos”, y eso hacen, revivir con un simulacro de vida, atada a la voluntad de Anther'a. Es de agradecer porque últimamente ya me sobran tantos “zombies”.
El ataque y toma de Cefingard, la capital del Imperio, es extraordinaria: la destrucción interna por la acción de los dioses, el asalto de de los salgios, los revividos, la salida de los delmetios, está contado con distintos puntos de vista pero todos ellos en un mismo tiempo, lo que da una acción y viveza increíbles. El otro punto álgido es la batalla final donde se reúnen los tres ejércitos y la lucha entre los dioses. Relatada desde varios puntos de vistas, desde distintos lugares y desde varias concepciones de la realidad, está escrita en pequeños párrafos, con gran rapidez, de forma épica y tremenda que te deja sin respiro, sin saber casi a quien seguir.
“La ley del trueno” tiene todos los elementos clásicos de una fantasía épica, de espada y brujería tradicional: imperios en decadencia, líderes carismáticos, fuerzas sobrenaturales primigenias, unas brutales, otras exigentes, todas arrogantes e inmisericordes, una geografía bien delimitada en la que la acción es trepidante, luchas realistas y crueles, una sociedad no señalada en ningún tiempo pero fácilmente reconocible como primitiva, guerrera, medieval, poco sofisticada donde mandan las armas y no la civilización. Pero lo que da a esta novela el tono de madurez y que hace que no sea una más de la novelas de fantasía épica actuales es su “Epílogo”. Ha pasado todo, las aguas vuelven a su cauce, la vida ha quedado más o menos ordenada y, cuando todos pensamos en un final, si no feliz, algo agradable, con la Humanidad salvada, Riegar muestra una increíble sabiduría y con su acción me ha hecho pensar más de lo que creéis. Porque sobre las creencias de los hombres es sobre lo que Sergio Mars me ha hecho reflexionar.
Aquí tenemos una novela de espada y brujería, de autor español, de la casa, que sigue los elementos clásicos de las novelas de antaño, incluso en la portada (¿no os parece realmente “pulp”?... buen trabajo de David Agundo) con un planteamiento colosal y un desenlace totalmente actual. Con esta novela rememoramos antiguas historias pero avanzamos por nuevos caminos.
Saludos y hasta pronto.
1 comentario:
Objetivo cumplido entonces. Gracias por la reseña.
Publicar un comentario