lunes, noviembre 13, 2006

LOS CÓMICS COMO FUENTE DE CULTURA, ¿SON APTOS PARA TODO TIPO DE PÚBLICO?

Al hilo del interesante post de Mar en Entrecomics, me veo en la tesitura de hacer una reflexión relacionada con este tema tan controvertido como es el de si los cómics son aptos para todo tipo de público.

El problema de considerar los tebeos como un “género literario” exclusivamente para niños, lo ha sido, lo es y lo será siempre. Quitando a los aficionados que desde pequeños han leído tebeos y ya de adultos continúan haciéndolo, y que nunca tendrán en mente ese concepto peyorativo del tebeo, muchísima gente que a partir de una edad determinada, normalmente la adolescencia, dejan de leer cómics siempre consideraran muchos de ellos que la lectura de un tebeo es cosa de niños, y comprarán cómics sólo como regalo a sus sobrinos o porque se lo demanden sus hijos.

Y esa accesibilidad que teníamos cuando éramos niños de ir al quiosco del barrio y encontrar cualquier tebeo que se publicara en la época (desde los Don Mikis, pasando por los tebeos de la Bruguera, como los de superhéroes, cuando empezó el boom de Forum, etc.), hoy en día ha desaparecido, y el acceso se ha redirigido hacia las tiendas especializadas.

Sí que es verdad que títulos de nuestra infancia han desaparecido, pero han aparecido de nuevos, y creo que hoy en día hay más surtido y variedad que nunca donde elegir. Y también, afortunadamente, comienzan a reeditarse muchas cabeceras de entonces (colecciones que solíamos devorar en las bibliotecas).

Yo el problema lo veo en que todo ese lector potencial que podría haber de lector de tebeos va desapareciendo casi bruscamente, unas veces porque los niños (y los no tan niños) tienen una gran variedad de elementos donde elegir para ocupar su tiempo de ocio que antes no teníamos nosotros (videojuegos, ordenadores, etc). Y otro problema radica en que la accesibilidad que tienen algunos niños de poder comprar tebeos en las librerías especializadas es nula, y por eso sería fundamental que se recuperara, sea como sea, el quiosco como punto habitual de venta de tebeos. Si vives en una gran población posiblemente tendrás acceso a una de estas librerías especializadas, pero si no es el caso, ¿cómo se pretende que un sector amplio de lectores potenciales pueda comprar, semana tras semana, sus lecturas preferidas? Y es que hay un momento en la vida de cualquier niño-adolescente, en el que aún tiene que definir hacia dónde quiere ir y cuáles serán sus aficiones del mañana, y si no le das facilidades a la hora de poder adquirir su producto, provocarás seguramente que acabe cansándose de ello, y tenderá a buscar otras distracciones o hobbies que seguramente tendrá a su alcance fácilmente.

El contexto sociocultural en el que uno se ve rodeado es muy importante para que uno se pueda volver un lector compulsivo en este ámbito, pero naturalmente si no le facilitas la tarea de acceso al producto deseado, naturalmente acabará perdiendo interés por él. Y mientras la sociedad actual no considere que un tema como el del cómic no es “tabú”, tardaremos en estar a la altura de una sociedad como la francesa que sí que lo ha asumido hace tiempo. Pero, como todo en esta vida, son cosas que requieren su tiempo de adaptación y consolidación. Y, al final, celebraremos la dignificación de un medio de expresión como es el cómic. Tiempo al tiempo.

Esto las editoriales lo deberían tener muy presente. Sí, ahora hay un boom del manga impresionante pero, ¿quién asegura que estos potenciales lectores de cómics continúen con otro tipo de lecturas más, digamos, adulta si los editores no las fomentan y les dan accesibilidad y una promoción, como parece ser que el manga, hoy por hoy, tiene ese privilegio? Y revistas como Witch, Mister K o ¡Dibus!, ¿son capaces de ejercer esa función de inculcadoras de hábitos futuros de lectura en los adolescentes?

De la misma forma, creo que las librerías generalistas deberían esforzarse, cada vez más, en ofrecer este producto para ese público que ya está concienciado que continuará, pese a quien pese, con esa lectura que le hace disfrutar de veras. Y de paso, de rebote, propiciará que gente adulta que desconoce por completo lo que puede aportar el cómic, se acerque a este mundo, si naturalmente se lo pones en bandeja y le facilitas la tarea de encontrarlo fácilmente. De ahí son importantes las promociones (si no fijaros en los extractos que las diferentes editoriales nos facilitan gratuitamente respecto de las novelas a publicar), y de eso, hoy por hoy, el cómic carece. Loable fue la iniciativa, que por ejemplo tuvo la Editorial Glénat, cuando editó el primer capítulo de Sunday de regalo, cosa que propicia que personas que desconozcan ese cómic, sea del mundillo o no, les pique la curiosidad y acaben comprándoselo si ven que el producto les gusta. Promociones así está bien que se hagan en Salones como el de Barcelona, pero ¿por qué no extenderlo a las librerías generalistas? Estoy seguro que ese público general, que de vez en cuando se acerca por las librerías para ver qué puede comprar para leer, que sea novedad o no, podría verse interesado por un producto que, por simple desconocimiento de su existencia, nunca hubiese imaginado que estaba a su alcance y que le hubiera podido interesar.

Otro elemento conformador de costumbres y termómetro de la conciencia cultural de un periodo sería el papel importantísimo que deberían ejercer las bibliotecas públicas. Y, poco a poco, vemos que se dedica un apartado en las estanterías, no sólo en las salas infantiles, sino también de las salas de préstamo de adultos. Y ésta es una inmejorable opción para fomentar la lectura del cómic para la gente que acude a las bibliotecas para coger en préstamo lecturas de todo tipo. Y de paso cambiamos ese pensamiento generalizado de que los tebeos sólo se encuentran en las salas infantiles.

Y, por último, otro elemento capaz de hacer cambiar mentalidades y generador de opinión positiva del mundo del cómic como creador de cultura, serían los medios de comunicación de masas, televisión (programas como el de Miradas 2 deberían de proliferar), radio y, aquí me detendré especialmente, la prensa escrita. Los suplementos culturales de los diferentes medios de comunicación escrito deberían tener una sección permanente dedicada al cómic como la tienen otras artes como el cine, la música y la literatura, y no sacar artículos de tanto en tanto y en cuentagotas.

De todas formas, yo no veo el panorama tan feo como muchos lo pintan, y yo sí que vislumbro la luz al final del túnel pero, eso sí, no hay que descuidarse ni bajar la guardia, y poco a poco, con la ayuda fundamental de todos (y aquí tengo que recalcar, y de paso congratularme, por la importante labor de difusión del cómic que hacen los blogs) y, cómo no, con el imprescindible impulso de las editoriales y de los entes públicos (esperanza hay con iniciativas como la proposición no de ley para establecer el Premio Nacional de Historieta), dignificaremos de una vez por todas, para todo el público en general, , este maravilloso mundo que es el del noveno arte.

Un cordial saludo.

5 comentarios:

Ximo dijo...

Lo que sin duda no se puede negar, es que el mercado del comic esta pasando por un buen momento, comparando a como ha estado en los últimos 20 años, y con pinta de seguir mejorando en todos los ámbitos que comentas, bibliotecas, medios de comunicación, salones del comic, librerías generalistas, etc. Lo de recuperar el quiosco va a ser imposible según mi entender, debido sobretodo a la tendencia a desaparecer de ciertos formatos, aunque quizás los coleccionables en periódico, sea también una fuente inagotable para promocionarse y conseguir nuevos lectores, siempre y cuando no haya sido un fracaso lo que se ha hecho hasta ahora, que lo desconozco. Por mi parte los únicos casos que conozco o he oído, de gente que sin ser compradora de comics, este últimamente comprandose de vez en cuando algún tomo, suele ser gente que tiene amistad con alguien metido en el mundillo, ya de por si reducido, y por supuesto tiene que cumplir la premisa de ser lector habitual de libros.

EduXavi dijo...

Ximo, buena puntualización sobre el tema de la promoción del cómic mediante la publicación de coleccionables por parte de los diferentes periódicos. Yo creo, aunque no tengo cifras ni las editoriales las hacen públicas, que este tipo de iniciativas funcionan bien si el producto que ofrecen es de buena calidad y a un precio asequible. Sólo hay que leer las noticias que nos llegan desde Italia y lo bien que parece que funcionan este tipo de coleccionables allí.
Y es verdad que muchos de los nuevos lectores que se adentran en este mundillo llegan gracias a las recomendaciones de amigos o familiares, y tienes toda la razón en el tema que deben de ser ya previamente lectores para estar receptivos a la hora de poderles llegar a gustar el material.
Y si el tema del quiosco tiene los días contados por el tema de los formatos, pues ahí es donde entran las librerías generalistas, empezando ya a mentalizarse a la hora de dejar un espacio para estas publicaciones.
Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

Nadie va a promocionar nada gratis. O el hijo del director del periódico lee cómics o no hay nada que hacer.
En cualquier caso, ¿qué obtenemos nosotros? ¿Que lo lea más gente? ¿Más accesibilidad al tebeo para las nuevas generaciones (sí, esas que están enchufadas a la play)?
Me apunto a las consideraciones finales: el panorama está cambiando, cada vez se publica más y mejor y en más sitios.
Por cierto, la generalización del cómic no sería todo de color de rosas, sino que tendría inconvenientes. ¿Os imaginaís como reaccionaría la gente, si, no sé, SUPERMAN fuera tomado como un cómic para bakalas? Todos los pastilleros enganchados a Superman... ¿Qué harían los lectores de siempre entonces? Es una exageración, pero como ejemplo me vale :)

EduXavi dijo...

Desde luego nadie da algo a cambio de nada. Pero si se crea un mercado potencial, ya lo creo que sí que estarán interesados las editoriales en promocionar sus publicaciones. Sólo hay que fijarse en todo el tema de promociones enfocadas hacia el sector de la literatura, música y cine. Ya sé que es una carrera de fondo y puedo pecar de optimista, pero por algo se empieza. Y si no hay mercado nunca se llegará a una factible meta.
¿Que qué ganamos nosotros, los aficionados de siempre de este mundillo? Pues al haber más demanda, naturalmente habrá más oferta. Al haber más oferta, más material donde elegir. Al haber más material, más obras de calidad saldrán a la luz que de otra forma hubiera sido más difícil. Al haber más calidad (según qué obra y vista por los ojos de quién), lloverá a gusto de todos, para los que son más exigentes y para los que no lo son tanto. Y al consolidarse este mercado, más riqueza en nuestro acervo cultural.
Y la pregunta es, ¿por qué justamente un cómic en concreto debe de identificarse con un solo sector de la población? Lo que hay que conseguir es que cualquier tipo de material pueda ser leído por cualquier tipo de persona, sin marcar diferencias ni excluir a nadie.
Un saludo cordial.

Ximo dijo...

Interesante y curioso el ejemplo sobre Superman, pues siempre me ha llamado la atención la reacción que se suele tener cuando algo que suele estar limitado a un ámbito más o menos reducido, en este caso sería el personaje de Superman dentro del comic, aunque no en otros ámbitos en el que si que es generalista, como es el cine, es asimilado como propio por un sector generalista, sin duda la reacción de los habituales suele ser de rechazo, y no digamos si encima, aunque el ejemplo de Superman es bastante hipotético, por un sector con el que no comulgas demasiado. Esto es extrapolable también al cine o la música, quien no conoce a alguien que siempre ha ensalzado a un grupo de rock semidesconocido, y que en el momento en que ha conseguido cierta fama, y sin que ello cambie su calidad musical, es rechazado por la misma persona que antes lo tenía en un altar, y es que a veces parece que se marque un territorio propio de exclusividad, y en el momento en que entra todo el mundo y esa exclusividad se pierde, se pierde todo el interés por ello.