Los gustos bastante diversos de l@s TraZer@s hacen que estén reflejadas prácticamente todas las tendencias del cómic, el de superhéroes, el manga, el cómic independiente, con una mayor incidencia en el europeo y nacional.
En este tiempo, con más de 230.000 visitas, nuestra mejor recompensa ha sido conseguir un buen número de amigos -unos en persona y otros virtuales-; a todos los que habéis dedicado un ratito de vuestro tiempo a leernos y hacer algún comentario y al “alma mater” (o sea The Boss) por animarnos y achucharnos para que seguir adelante: muchísimas gracias.
Para celebrar este tercer aniversario, durante los próximos días vamos a hacer un recordatorio o re-difusión de una entrada elegida por cada TraZer@... empezamos con Giuseppe (o sea, el que os escribe):
Uno de los post que más me siguen gustando es “Recordando a: Buddy Longway”, una breve reseña sobre una de mis lecturas favoritas de la infancia, y que de alguna manera ya existía en mi cabeza hacía mucho tiempo antes de plasmarlo -con mayor o menor fortuna- en la pantalla del ordenador.
Más de dos años después de su “primera publicación”, lamentablemente no ha hecho falta hacer modificaciones: sigue sin ser editado dignamente en España, y los comentarios reivindicativos sobre otras series de la editorial Bruguera de la misma época también continúan siendo válidos. Únicamente hemos añadido alguna ilustración más de Derib.
Las aventuras de Buddy Longway están absolutamente influenciadas por una de las películas citadas anteriormente: Jeremiah Johnson. Se trata de un joven trampero que se instala en las Black Hills y sobrevive gracias a la caza y al comercio de pieles, toma como esposa a una india sioux, Chinook, y forma una familia, tiene dos hijos: Jeremy (posible homenaje a la película ¿?) y posteriormente Kathleen. Asistimos al mestizaje de culturas y a la forma de vida de los indios y sus tradiciones; algunas aventuras muestran la visita a la familia por parte materna, al nomadismo en función de las migraciones del búfalo y su caza (recurso fundamental del que obtenían alimento y vestido) y la forma en que despiden a sus muertos (“El enemigo”).
El dibujo de Derib también fue cambiando a unas caracterizaciones más realistas, ganando expresividad, y mejorando los detalles. Una evolución similar a la seguida por Giraud en Blueberry.
En las páginas de este western seremos como un antropólogo que convive con los pueblos de las praderas, ejemplo de cómic que contiene un factor no demasiado habitual: la pedagogía, con esa forma de aprender que no se percibe, de la que no hay que estudiar, la que más cala en una persona que crece. Entender que no hay culturas superiores y que es posible la convivencia pacífica entre ellas, y comprender la necesidad de tener una relación ecologista con la Madre Tierra. Todo ello sin dejar de ser un cómic emocionante y entretenido que le ha permitido llegar a los 20 números en Francia.
Se podría decir que casi todos los que eran niños o jóvenes en aquellos años sabíamos (gracias a Derib y, por supuesto, a otros cómics que leíamos entonces) qué era un tipi (tienda india), una squaw (mujer india), un papoose (un niño), un mustang (caballo) o un grizzly (oso americano). ¿De que sirve saber estas cosas? Eso que lo responda cada cual; en mi caso, pienso que me resulta, al menos, igual de beneficioso para mi acervo personal como pueda serlo conocer términos como sable-láser, hiper-espacio o katana.
No sé si alguna editorial (léase Planeta) se plantearía lanzar a Buddy Longway o alguna otra serie del impresionante catálogo de Du Lombard en coleccionables de éstos que están surgiendo últimamente y que permiten obtener de forma completa (o casi) algunas de las mejores series del cómic europeo. Yo sería uno de sus seguros compradores, por un ejercicio de nostalgia, pero también como un reconocimiento a su calidad.
4 comentarios:
No te olvides de Tex y sobretodo de Ken Parker, ambos de la editorial Bonelli y con cientos de historias publicadas, e incluidos entre los más grandes de la historia del comic europeo, y que comparten temática con los anteriormente citados.
A mi también me encantaría que publicasen Johan y Pirluit de una puñetera vez.
!!!Exigimos Johan y Pirluit ya!!!
Gracias Ximo por la puntualización, tengo que reconocer que no he leído prácticamente nada de Tex y muy poco de Ken Parker (de Milazzo y Berardi) y debe ser casualidad pero eran aventuras sin indios.
"...pero también como un reconocimiento a su calidad."
Pues no eres el único que reconoce su calidad:
http://www.actuabd.com/spip.php?breve1901
En resumen: Que han nominado a Derib a un prestigioso premio de literatura juvenil.
Yo reconozco que aunque leí sus historias de niño y Buddy Longway destacaba (pero de laaargo) ante otras historias compañeras de revista, nunca lo he releído. Así que gracias por este ejercicio de nostalgia, la próxima vez que vea en una librería un álbum de Buddy Longway me lo pensaré muy mucho antes de devolverlo a la estantería...
Buddy Longway ,que recuerdos........el album del El enemigo debe de andar por las estanterias de la casa familiar.
Yo tambien sería otro comprador. Faltaría más!!
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