viernes, noviembre 02, 2007

CRÓNICA: EXPOSICIÓN DE CORTO MALTÉS EN EL ESPACIO SINS ENTIDO

Hace ya cuarenta años que cierto marino de características patillas, aire conscientemente misterioso, indudable capacidad para conquistar a cada mujer que salga a su encuentro, nació del pincel de otro aventurero viajero, Hugo Pratt.

Para conmemorar tal hecho, la marca de relojes Swatch organiza esta semana (del 26 de octubre al 3 de Noviembre) en colaboración con el Espacio Sins Entido de Madrid (C/Válgame Dios, 6), una exposición en la que además de los dos relojes que Swatch ha creado para la ocasión (uno en edición sencilla, otro en una edición limitada con un mapa del mundo por Hugo Pratt y una brújula...lo que da de sí mezclar marketing con la cultura comiquera) se pueden ver varias piezas de la obra de Pratt.

La sala reservada para la ocasión, de planta rectangular, permite utilizar cada uno de sus flancos más largos para sendos grupos de láminas. A la izquierda, la muestra comienza con un retrato de Corto Maltés realizado en tinta china y acuarela por Pratt, uno de los muchos que pintara sobre su personaje predilecto. El resto de la pared presenta un conjunto de láminas (de un tamaño cercano al folio, y todas ellas en horizontal), en las que en cada una de ellas se muestran detalles de los viajes imaginarios que Corto realizara en 1924 por Europa.

Pratt realiza varios dibujos de tamaño menudo por cada lámina, y en ellos representa edificaciones y paisajes propios de cada zona, así como a sus habitantes, destacando siempre los grupos de mujeres ataviadas a la manera de cada lugar. Entre estos motivos, siempre se encuentra Corto, representado en multitud de actitudes por su creador: leyendo, reposando, caminando, o simplemente admirando lo que le rodea.

Ante la belleza y espontaneidad de estas composiciones propias de un cuaderno de viaje, uno no puede sino maravillarse y envidiar la soltura de la técnica de Pratt, que hace que entren ganas de redecorar la propia casa con piezas tan agradables a la vista.

El otro flanco de la sala está dedicado a mostrar páginas originales procedentes de las aventuras del maltés. La Balada del Mar salado (primera historia publicada de Corto, en 1967), El ángel de la ventana de oriente (procedente del álbum Las Célticas) o El último disparo y En el nombre de Alá compasivo y misericordioso (procedentes estas del álbum Las Etiópicas), son algunos de los relatos que están presentes con una o dos páginas en la exposición.

Una vez más, estas planchas resultan un regalo para la vista, y permiten admirar el portentoso dominio que Pratt poseía de los pinceles y del manejo de los negros en general, tanto para fines estéticos como narrativos.

En lo que a la presentación de la exposición se refiere, se agradece la presencia de estanterías bajas que recorren la exposición, y en las que se encuentran copias de los álbumes de Corto publicados por Norma Editorial, para hojear o incluso para comparar con el original. Como siempre, el Espacio Sins Entido resulta un lugar agradable, tranquilo y donde la música acompaña para crear un ambiente distendido. Sinceramente, resultan muy de agradecer este tipo de iniciativas que permiten, de forma gratuita, acercarse a disfrutar de obras como la de Hugo Pratt.

Para terminar, uno no puede evitar preguntarse al final de la exposición por qué no se realizaran exposiciones de mayor envergadura sobre Pratt u otros autores del noveno arte en nuestro país, en salas o museos de mayor aforo, calado y repercusión. En fin, es bonito soñar despierto durante unos instantes. Sin duda, otra gran virtud de la obra de Pratt, hace soñar despierto.

PD: Gracias a Julieta, por ser tan amable de proporcionar algunas de las imágenes que adornan esta reseña.

3 comentarios:

Mar dijo...

Pues si la fuerza me acompaña, espero poder darme un saltito esta tarde...

Muchas gracias por la reseña!!

Besitos

Susana dijo...

Es una lástima que no se prodiguen las exposiciones de este tipo. Seguro que servirían para captar la atención de más de un potencial admirador del noveno arte y para que los veteranos esbozáramos más de una sonrisa de satisfacción. Gracias por la crónica y por hacer todo lo posible por conseguir las fotos. Eso también ha sido una pena, que ni siquiera se haya editado una pequeña guía de la exposición o al menos un folleto sobre la misma.

Gonzalo Vázquez dijo...

La verdad es que yo hubiese agradecido enormemente un folletillo como recuerdo, y como valor informativo también. Tal vez sea esta lamayor pega. En fin, gracias por los comentarios chicas, me alegro que la reseña sea de vuestro agrado