Es posible que el nombre de Derek Riggs no resulte demasiado familiar para el lector de cómics medio, y desde luego lo suyo no ha sido el arte secuencial propiamente dicho, pero me jugaría el pescuezo a que son pocos los que no se han detenido en alguna ocasión delante de una de sus ilustraciones. Y es que el citado artista es el creador de Eddie, la mascota de la banda británica Iron Maiden, y autor de gran parte de las portadas de sus álbumes reproducidas hasta el infinito en toda suerte de merchandising que va desde camisetas, posters o action figures hasta todo lo que podamos imaginar.
Run For Cover: The Art Of Derek Riggs, publicado el año pasado por Aardvark Global Publishing, nos ofrece un recorrido visual a lo largo de la extensa obra de Riggs, aderezado con los comentarios del propio ilustrador hilvanados en forma de entrevista por Martin Popoff (todo en inglés). De esta forma vamos a poder adentrarnos en la personalidad del artista, a la vez que nos recreamos con su obra.
Todo lo que los fans siempre quisieron saber sobre este particular dibujante está en el libro: los materiales que usa, sus fuentes de inspiración, los numerosos detalles que salpican sus dibujos -algunos de ellos encargos que ha tenido que realizar en tiempo record-, sus desencuentros con Maiden, etc.
A nivel de edición, RFC se nos presenta en 180 páginas de buen papel encuadernadas en rústica o cartoné, y se puede adquirir a través de www.derekriggs.com. Existen también ediciones limitadas, numeradas y firmadas en ambos formatos, así como una más exclusiva que incluye un boceto de Eddie personalizado y dedicado por el autor .
Vamos a comentar algo sobre lo que encontraremos dentro de RFC a la vez que repasamos la carrera de Riggs, no sin antes destacar la oportunidad que el libro nos brinda de disfrutar a gran tamaño de algunas obras que solo resulta posible encontrar en el limitado formato CD.
The Maiden Years
Aunque RFC compila prácticamente todo el material publicado del ilustrador -y bastantes cosas no publicadas-, es de imaginar que el grueso del mismo se centra en sus trabajos con la banda de Steve Harris.
La relación entre el artista y el grupo se remonta a finales de los ´70, cuando los del East End se hallaban en proceso de búsqueda de una ilustración para la portada de su primer trabajo. En esa época Derek ya había realizado varias cubiertas para discos de distintos estilos y seguía ofertando su trabajo a discográficas varias. Era el tiempo del punk, y entre las ilustraciones que llenaban su portafolio había una de una especie de zombi con los pelos de punta, que esperaba poder vender a alguna de las numerosas bandas que se movían por el Londres de aquel entonces.
Precisamente, esa ilustración cayó en manos del manager de Maiden Rod Smallwood, quien dijo al dibujante que si añadía más pelo al terrorífico personaje se quedaban con ella.
Ese encuentro marcó el nacimiento de Eddie y dio lugar a una relación de exclusividad que se prolongaría durante más de una década. Es más, el encargo no se iba a limitar únicamente a los álbumes y singles sino también a toda clase de ilustraciones para programas de gira, carteles, camisetas, tarjetas navideñas, etc., la mayoría de las cuales recopila este RFC. Por motivos de espacio voy a referirme mayormente a las portadas de los álbumes, aunque es de justicia reconocer la gran calidad de algunas de las que se usaron para los 7” y 12”, convertidas así mismo en auténticos clásicos.
Las primerísimas ilustraciones de Eddie –en la mayoría de las cuales predominan los tonos amarillos y grises-, están ambientadas en callejones y otros oscuros escenarios urbanos, reflejo de ese East End de pesadilla que tan bien evocan los temas del grupo. Dos de ellas, Sanctuary (1980) y Woman in Uniform (1981), cuentan con la presencia de Margaret Thatcher, lo que ocasionó cierta polémica que se convirtió automáticamente en publicidad gratuita para la banda.
En lo que podríamos describir como una segunda etapa, Riggs introduce en sus dibujos a un demonio que comparte sus rasgos faciales con los de Salvador Dalí, una muestra más de que a la hora de buscar inspiración el artista británico no conocía de límites.
Estos dibujos con paisajes infernales como telón de fondo –las dos versiones de The Number Of The Beast (1982), Run To The Hills (1982) o Flight Of Icarus (1983)- se prolongarían hasta ese mismo 1983, año del que datan Piece Of Mind y The Trooper, dos de mis debilidades personales.
A partir de esta fecha las portadas de Derek Riggs se tornan más ambiciosas. Así la de Powerslave (1984), una ilustración en la que el detalle se lleva casi al paroxismo con Eddie convertido en monolítica estatua egipcia como principal protagonista. Frente a lo que alguna gente piensa, el álbum no es un disco conceptual sobre el antiguo Egipto, pero sí es cierto que el trabajo artístico de su cubierta casa a la perfección con la letra del tema-título, escrito por un Bruce Dickinson que comenzaba a sentirse abrumado por el éxito masivo cosechado por la banda, y que se sirve de la imaginería egipcia a modo de metáfora de la magnitud de todo cuanto les rodeaba.
Live Afther Death (1985) es otra gran portada, y con Somewhere In Time (1986) Riggs alcanza la cima del barroquismo en una obra llena de detalles autoreferenciales de ese universo Maiden que ha cautivado a varias generaciones de fans, y a cuya creación él mismo ha contribuido en enorme medida.
El autor da un giro hacia la sobriedad y se aleja del estilo de sus obras pretéritas en lo que sería su último gran trabajo para el grupo, la portada de 7th Son Of a 7th Son (1988), una estupenda ilustración influenciada tanto por la pintura surrealista como por las cubiertas de los álbumes de rock progresivo de los `70.
Por cierto, si algún fan se ha planteado si estas primeras siete portadas (más las de los correspondientes 7”/12”) siguen algún tipo de secuencia conformando una historia, RFC contiene la respuesta.
Continuará en breve…
Run For Cover: The Art Of Derek Riggs, publicado el año pasado por Aardvark Global Publishing, nos ofrece un recorrido visual a lo largo de la extensa obra de Riggs, aderezado con los comentarios del propio ilustrador hilvanados en forma de entrevista por Martin Popoff (todo en inglés). De esta forma vamos a poder adentrarnos en la personalidad del artista, a la vez que nos recreamos con su obra.
Todo lo que los fans siempre quisieron saber sobre este particular dibujante está en el libro: los materiales que usa, sus fuentes de inspiración, los numerosos detalles que salpican sus dibujos -algunos de ellos encargos que ha tenido que realizar en tiempo record-, sus desencuentros con Maiden, etc.
A nivel de edición, RFC se nos presenta en 180 páginas de buen papel encuadernadas en rústica o cartoné, y se puede adquirir a través de www.derekriggs.com. Existen también ediciones limitadas, numeradas y firmadas en ambos formatos, así como una más exclusiva que incluye un boceto de Eddie personalizado y dedicado por el autor .
Vamos a comentar algo sobre lo que encontraremos dentro de RFC a la vez que repasamos la carrera de Riggs, no sin antes destacar la oportunidad que el libro nos brinda de disfrutar a gran tamaño de algunas obras que solo resulta posible encontrar en el limitado formato CD.
The Maiden Years
Aunque RFC compila prácticamente todo el material publicado del ilustrador -y bastantes cosas no publicadas-, es de imaginar que el grueso del mismo se centra en sus trabajos con la banda de Steve Harris.
La relación entre el artista y el grupo se remonta a finales de los ´70, cuando los del East End se hallaban en proceso de búsqueda de una ilustración para la portada de su primer trabajo. En esa época Derek ya había realizado varias cubiertas para discos de distintos estilos y seguía ofertando su trabajo a discográficas varias. Era el tiempo del punk, y entre las ilustraciones que llenaban su portafolio había una de una especie de zombi con los pelos de punta, que esperaba poder vender a alguna de las numerosas bandas que se movían por el Londres de aquel entonces.
Precisamente, esa ilustración cayó en manos del manager de Maiden Rod Smallwood, quien dijo al dibujante que si añadía más pelo al terrorífico personaje se quedaban con ella.
Ese encuentro marcó el nacimiento de Eddie y dio lugar a una relación de exclusividad que se prolongaría durante más de una década. Es más, el encargo no se iba a limitar únicamente a los álbumes y singles sino también a toda clase de ilustraciones para programas de gira, carteles, camisetas, tarjetas navideñas, etc., la mayoría de las cuales recopila este RFC. Por motivos de espacio voy a referirme mayormente a las portadas de los álbumes, aunque es de justicia reconocer la gran calidad de algunas de las que se usaron para los 7” y 12”, convertidas así mismo en auténticos clásicos.
Las primerísimas ilustraciones de Eddie –en la mayoría de las cuales predominan los tonos amarillos y grises-, están ambientadas en callejones y otros oscuros escenarios urbanos, reflejo de ese East End de pesadilla que tan bien evocan los temas del grupo. Dos de ellas, Sanctuary (1980) y Woman in Uniform (1981), cuentan con la presencia de Margaret Thatcher, lo que ocasionó cierta polémica que se convirtió automáticamente en publicidad gratuita para la banda.
En lo que podríamos describir como una segunda etapa, Riggs introduce en sus dibujos a un demonio que comparte sus rasgos faciales con los de Salvador Dalí, una muestra más de que a la hora de buscar inspiración el artista británico no conocía de límites.
Estos dibujos con paisajes infernales como telón de fondo –las dos versiones de The Number Of The Beast (1982), Run To The Hills (1982) o Flight Of Icarus (1983)- se prolongarían hasta ese mismo 1983, año del que datan Piece Of Mind y The Trooper, dos de mis debilidades personales.
A partir de esta fecha las portadas de Derek Riggs se tornan más ambiciosas. Así la de Powerslave (1984), una ilustración en la que el detalle se lleva casi al paroxismo con Eddie convertido en monolítica estatua egipcia como principal protagonista. Frente a lo que alguna gente piensa, el álbum no es un disco conceptual sobre el antiguo Egipto, pero sí es cierto que el trabajo artístico de su cubierta casa a la perfección con la letra del tema-título, escrito por un Bruce Dickinson que comenzaba a sentirse abrumado por el éxito masivo cosechado por la banda, y que se sirve de la imaginería egipcia a modo de metáfora de la magnitud de todo cuanto les rodeaba.
Live Afther Death (1985) es otra gran portada, y con Somewhere In Time (1986) Riggs alcanza la cima del barroquismo en una obra llena de detalles autoreferenciales de ese universo Maiden que ha cautivado a varias generaciones de fans, y a cuya creación él mismo ha contribuido en enorme medida.
El autor da un giro hacia la sobriedad y se aleja del estilo de sus obras pretéritas en lo que sería su último gran trabajo para el grupo, la portada de 7th Son Of a 7th Son (1988), una estupenda ilustración influenciada tanto por la pintura surrealista como por las cubiertas de los álbumes de rock progresivo de los `70.
Por cierto, si algún fan se ha planteado si estas primeras siete portadas (más las de los correspondientes 7”/12”) siguen algún tipo de secuencia conformando una historia, RFC contiene la respuesta.
Continuará en breve…
3 comentarios:
He visto a Maiden desde el Seventh, unas cinco o seis veces, y a parte tendríamos que poner la puesta en escena.
Fue un error las últimas portadas, con a Matter, se volvieron a ganar a los portadistas, pero nunca podrán igualar la de los discos. Siempre me gustarón más los maxis: The Trooper, Run To The Hills. Pero elegir una portada me pones en un compromiso, todas tienen algo hasta el Somewhere In Time. Peor portada de Maiden (Dance, Brave New y el Rock in Rio).
Te aconsejo, la página del portadista de Fish (antiguo cantante de Marillion) y el de los Blind Guardian.
Portadas como las heavys no hay ningunas. Haber si un día te ayudo y nos dedicamos a las 3D que hay unas cuantas, a bote pronto me acuerdo de la de Tool- Aenima, L.A. Guns - Hollywood Vampires.
Bueno dejo de pegarte el rollo.
De los classical bytes yo tengo cinco cds y voy como loco hasta completar la colección.
Ah, otra portada gloriosa la de Peter Bagge para George Throogood en Haircut.
US
JA
Me hubiera encantado ver a Maiden en la gira del Seventh Son, pero a pesar de que me gustan desde que salió Live Afther Death mi primer concierto no fue hasta el 98 (cosas de edad y de que después de irse Bruce ya no me motivaban igual). Desde entonces no me he perdido ninguna gira con la salvedad del concierto que hicieron en Bilbo este verano -que tampoco aportaba demasiado de novedoso- pero el Somewhere Back In Time tour del próximo año promete ser apoteósico.
Yo sólo he visto a Maiden una vez, hace cuatro años y flipé. Era una espinita que tenía clavada, a ver si al final es verdad que vienen al Rock In Rio...
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