miércoles, enero 26, 2011

CRÍTICA: SCALPED de Jason Aaron & R. M. Guéra

Hay veces que obras a las que eres reacio en un primer momento a darles una oportunidad, sea porque la edición de la misma no te gusta, sea porque el dibujo no te acaba, sea porque la temática que trata no es santo de tu devoción o no es una de tus preferidas, etc, etc, etc… va y te sorprenden de tal manera que acabas enganchadísimo a ellas. Y en los momentos vacacionales, cuando uno dispone de más tiempo libre, es un buen momento para darle una oportunidad a alguna de ellas y dejar algún que otro prejuicio previo y, todo sea dicho, totalmente erróneo… entono el mea culpa.

Y una de estas obras a las que me estoy refiriendo es el Scalped de Jason Aaron y Rajko Milošević-Gera ‘R. M. Guéra’, serie abierta dentro de la línea Vertigo de DC y, lógicamente, publicada en volúmenes recopilatorios en nuestro país por Planeta DeAgostini.

Muy pocas veces (salvo algunas cuantas películas de la mano de John Ford, Howard Hawks o Anthony Mann, o algún que otro Spaghetti Western de Sergio Leone, con sus consabidas y magistrales BSO de Morricone) el género del western tal como se conoce me ha atraído lo suficiente para que le diera una oportunidad de vez en cuando tanto de novelas, ensayos o cómics se refiere, dando por tanto prioridad siempre a otros géneros más atractivos para mí. Y en este punto nos encontrábamos cuando durante el verano pasado decidí darle una oportunidad a un título que las críticas más doctas ponían por las nubes y que, por tanto, era una de las mejores series Vertigo de la actualidad. Y no se equivocaban para nada… porque Scalped es todo menos un western clásico a la vieja usanza y sí una auténtica maravilla del noveno arte.

Este thriller en toda regla comienza cuando Dashiell Caballo Terco regresa a su pueblo natal en la reserva india Prairie Rose, después de muchos años de ausencia, esta vez para infiltrarse, como agente del FBI, en la organización mafiosa del gran jefe Cuervo Rojo. Aparte de desempeñar una misión para desenmascarar a Lincoln Cuervo Rojo y toda la corrupción que está extendida por toda Dakota del Sur desde su Casino Crazy Horse el cual regenta y, digamos, su presidencia del Consejo Tribal de Oglala o siendo sheriff de la Policia Tribal, es también una vuelta a los orígenes de nuestro protagonista, reencontrarse con viejos recuerdos de niñez e intentar arreglar, si eso puede ser posible, su relación rota con su madre Gina desde que se éste fue. Todos los flashbacks que van surgiendo sirven para relacionar y desenmarañar hechos sucedidos en el pasado que son puntos de unión necesarios para ir descubriendo la relación de cada uno de los diferentes protagonistas entre sí. Hechos que pueden desencadenar en una serie de terribles sucesos que irán aumentando a medida que avance la serie y que irá formando una tupida telaraña que complique aún más la, digamos, trama principal, apareciendo poco a poco nuevos actores en este drama que tenderán a tener un funesto papel en un final más que incierto.

Y en el fondo de este “western thriller crepuscular” comprobaremos hacía donde se ha encaminado parte de la poderosa Nación India en nuestros días, con una serie de actores que buscan constantemente en esta historia encontrar su lugar en ella y su razón de ser en este mundo gobernado por los “rostros pálidos” y todo lo que ello conlleva, de positivo y, sobretodo, de negativo, a este pueblo nativo y genuino norteamericano… ¿llegará un momento que esta Nación India sea capaz de fundirse y confundirse con ellos y perder totalmente toda su identidad como pueblo y cultura ancestral? ¿O serán capaces de resurgir de sus cenizas y redescubrir sus verdaderas raíces y costumbres para lograr y conseguir su propia y diferenciada identidad como nación?... Si algo consigue Aaron en esta serie es ponernos en solfa todas las miserias a las que ha llegado este pueblo a partir de la venida e invasión del hombre blanco… y, por lo que vemos, hay mucha mierda ahí que hay que barrer y ocultar debajo la alfombra del sueño americano que, para ellos, nunca ha sido tan bonito como nos querían hacernos creer.

El trabajo de Jason Aaron es realmente soberbio. Mantiene la intriga en unas cotas muy elevadas, entrelazando como nadie todas las tramas y subtramas que podemos ver en toda la serie, con constantes flasbacks para ponernos en situación e ir deshilvanando poco a poco la madeja que da origen a la historia en todos sus ramales: odios, venganzas, corrupción, asesinatos, amores no correspondidos… y como recipientes de todo este amalgama crea y define unos personajes muy bien logrados guardando cada uno de ellos un oscuro pasado que poco a poco irá saliendo a la luz… y todo ambientado en un mundo que tiene sus particularidades culturales y sociales, integrado casi en el mundo de hoy pero con clarísimas raíces con el mundo de ayer. La tensión y el interés en el lector lo consigue mantener e ir in crescendo al final de cada número con una serie de cliffhangers que provoca que el aficionado necesite urgentemente seguir la trama en un próximo número para ir atando los cabos que han ido surgiendo a cuenta gotas y empezar a resolver los nuevos puntos calientes que van surgiendo, consiguiendo que la historia se vaya enredando más y más sin saber a dónde nos encamina el autor con esta historia, una historia que a simple vista parece una típica de género policiaco, pero que es algo más, introduciéndonos en un mundo que para nosotros, e incluso para los americanos, es un misterio: el de los verdaderos nativos americanos.

La labor de R. M. Guéra (dibujante principal de la serie, acompañado en momentos puntuales de otros autores como son Davide Furnò, Danijel Zezelj, John Paul Leon o Francesco Francavilla para realizar estos lo que podríamos definir números o historias de relleno) es excepcional y espectacular. Este autor serbio, afincado actualmente en Barcelona, es un virtuoso del pincel que puede perfectamente moverse a caballo de dos mundos y estilos: el franco-belga, con un trazo que me recuerda mucho a autores de la talla de Milazzo o el Giraud de Blueberry, y el estadounidense, eso sí, siempre dentro de una temática más cercana a la de la BD que no a la de superhéroes, y dónde mejor para poder adaptarse sin problemas que dentro de la línea Vertigo de la DC. En nuestro país lo conocíamos ya hace años gracias a las innumerables portadas e ilustraciones que realizó para la serie de novelas de El Coyote de José Mallorquí publicadas por Planeta DeAgostini. De estilo realista con trazo irregular y con un gran uso del claroscuro, nos encontramos con un artista talentoso que sabe perfectamente como escenificar los hechos, con un buen dominio de las perspectivas y una grandísima habilidad para la caracterización de los diversos personajes con un gran uso de las expresiones de todo tipo de los mismos.

Y si a todo ello unimos una magníficas portadas de un genio como es el inglés Jock, de un originalidad superlativa las mismas, con esa capacidad innata de jugar magistralmente con los juegos de luces y sombras, y un juego compositivo a la altura del mejor diseñador de portadas, podemos situar a esta obra, sin riesgo a equivocarnos en ningún momento, en una de las mejores series de los últimos tiempos para un lector adulto dentro de un sello Vertigo que en los últimos años vivía un poco anquilosado reviviendo y rememorando las viejas glorias de antaño de los primeros tiempos de este sello editorial de la DC.

Porque Scalped ('arrancar el cuero cabelludo') habla de eso, de la superviviencia y del necesario apego a la Madre Tierra de lo que a duras penas queda del pueblo Sioux o cualquier otro pueblo indio…. de cómo los descendientes de un pueblo tan orgulloso como es el indio, intentan sobrevivir en una tierra que casi ya no es la suya, inhóspita realmente, diezmada hasta la mínima expresión y sobreexplotada en su momento por el hombre blanco, reduciéndoles y obligándoles a malvivir en pequeñas y dispersas reservas donde la vida es dura y las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas.

Esta historia nos habla de las pequeñas historias de cada uno de los protagonistas, de cómo ven su vida en pleno s. XXI, cuales son ahora sus sueños y esperanzas, o sus desengaños, qué son capaces de hacer para intentar salir de un pozo sin fondo, hasta dónde es capaz de llegar la sumisión del indio frente al poder del rostro pálido o de los mismos pieles rojas aliados con estos para buscar el mayor beneficio mientras la mayoría de su pueblo vive en el umbral de la pobreza. La imposible convivencia de las tradiciones frente a la implacable e imparable maquinaria del progreso, de los nativos frente a los usurpadores de tierras venidos del otro lado del charco… y de la convivencia imparable del odio, del poder, de la venganza, del recuerdo, de la corrupción… todo conformando un peligroso cóctel molotov.

Para los que no la hayáis leído nunca, ya podéis apresuraros a ir a vuestra librería más cercana para agenciárosla y, para los que sois unos fieles seguidores de la misma, sabed que el séptimo volumen acaba de salir ya a la venta.

Un saludo cordial.

2 comentarios:

Susana dijo...

Hacía tiempo que un cómic no me enganchaba tanto. Quizás sea porque, al contrario que a tí, siempre me han atraído las historias protagonizadas por los indios norteamericanos y el dramático destino al que se vieron abocados. Una serie magnífica. Mejor no perdérsela.

EduXavi dijo...

Dejando a un lado todo lo que de ficción tiene esta historia, es una mirada muy ácida y crítica si rascamos solo superficialmente en este drama, enseñándonos de una manera indirecta (o directa) cual ha sido realmente la Historia final de este pueblo contada por los vencedores y cual es su papel secundario aún en la sociedad del siglo XXI.
Una serie magníficamente escrita y dibujada... por algo quedó primera en nuestro TOP10'10.