El cómic narra la historia de un joven estadounidense de veintipocos que descubre un buen día cómo el total de la población masculina del planeta (excepto él, claro está), ha sucumbido en escasos minutos ante una potente causa desconocida. En un mundo donde las mujeres intentan reorganizarse tras el desastre, Yorick (nombre de nuestro protagonista) tratará de encontrar a su novia, que ha quedado atrapada en Australia tras la debacle, atravesando medio mundo acompañado de su mono Ampersand. A lo largo de su periplo, se encontrará con una amplia variedad de mujeres dispuestas a utilizar a Yorick para sus propios planes, entre las que se incluyen una arisca agente secreto de las fuerzas de defensa de Israel, una congresista de Estados Unidos y una brillante experta en bioingeniería.
Antes de comentar más en concreto la entrega que nos ocupa (Dragones en el kimono, título del último tomo aparecido en nuestro país, durante la primera semana de Octubre), me gustaría alabar las virtudes genéricas de la serie de manera más extensa. Y escribo bien al llamar “serie” a esta obra, y no por ejemplo “colección”, ya que me gusta comparar Y: the last man con series de televisión estadounidenses de reciente aparición y éxito como Prison Break o Lost (Perdidos).
Este símil es menos gratuito de lo que parece a simple vista (sin ir más lejos, el guionista y creador del cómic Brian K. Vaughan realiza funciones de guionista desde hace ya más de una temporada en el segundo serial televisivo mencionado), ya que la estructura argumental de este cómic podría perfectamente colar como borrador para guión de serie de TV: trama original, pero cercana a la actualidad, para ahorrar costes de presupuesto en ambientaciones fantasiosas o históricas, un definido grupo de protagonistas que hacen avanzar la historia, una estructura en arcos argumentales que facilita la división en temporadas, finales con gancho en casi cada capítulo para hacer esperar al lector/espectador, ansioso por conocer como continúa la narración…
Y con esto lo que quiero venir a destacar es que, a diferencia de obras del noveno arte más bizarras, densas, o dirigidas a un público más restringido, Y: the last man supone una entretenida, amena y accesible lectura desde el primer momento, tanto si el lector es neófito en el cómic o no.
En este último tomo aparecido en nuestro país, que comprende los números 43 al 48 de la serie regular USA, la acción se desarrolla principalmente en Japón, y como viene siendo habitual, Vaughan combina acción trepidante durante varios números (cuatro, en el presente tomo) con historias más introspectivas y personales que resuelve en números únicos, en este caso el 47 y el 48, dedicados respectivamente a la Dra. Mann, la bioingeniera amiga de Yorick, y a los recuerdos de una militar israelí en busca del último hombre. Si se me permite continuar momentáneamente con la comparación con Perdidos, este último par de historias, así como algunos otros números aparecidos con anterioridad, recuerdan a los flashbacks que jalonan la exitosa serie de la abc.
Por cierto que a diferencia de la citada serie sobre los supervivientes del accidente del vuelo Oceanic 815, Y: the last man no para de resolver incógnitas en cada número, a pesar de continuar creando otras (obviamente, uno de los principales misterios es el motivo de la muerte de todos los hombres o el de la supervivencia del protagonista).
Como debilidad personal, la fluidez y disfrute de mis lecturas sufre mucho los cambios del equipo artístico en una colección regular con un guionista fijo (el caso de Sandman es el más evidente de los que me viene a la cabeza, a pesar de que el baile de dibujantes, e incluso la dudosa calidad de alguno de ellos no merme la indudable calidad de esta obra maestra de Neil Gaiman), sobre todo en esos casos en los que los editores ni siquiera se preocupan en buscar dibujantes de estilo similar. Afortunadamente, éste no es el caso de Y: the last man, ya que la dibujante creadora de la serie Pía Guerra se mantiene con bastante asiduidad en la serie, y en los casos en los que ésta se ausenta, suele ser sustituida por Goran Sudzuka, que no sólo disimula la ausencia de Guerra gracias a una manera de dibujar parecida, sino que en ocasiones supera a la dibujante oficial, con un estilo a veces cercano (salvando las distancias temporales, principalmente) con el maestro John Romita Sr. Quien dude de esta última afirmación puede dedicar un tiempo en observar la manera de dibujar el rostro femenino de ambos autores para convencerse de este agradable parecido.
Por otra parte, es obvio como esta colección es un éxito de crítica y público gracias a su joven guionista, galardonado con el premio Eisner a Mejor Guionista. Lo mismo sucede con la hermana de generación Vertigo de Y: the last man. Me estoy refiriendo a la también deliciosa Fables (Fábulas, en castellano), que apareció junto al último hombre en el 2002, revitalizando ambas la línea adulta de DC comics.
Antes de terminar, me gustaría hacer una mención especial tanto a las interesantes portadas que Máximo Carnevale viene realizando para la serie tras la marcha del anterior portadista regular, J. G. Jones, un artista como la copa de un pino en lo que a portadas se refiere, como demuestra su premiado trabajo en la maxiserie semanal de DC del año pasado, 52.
Con esto termino mi primera colaboración en lo que a reseñas se refiere en Trazos en el bloc, y os animo a todos los que aún no leáis esta fresca y estimulante serie (que tiene fijado su final para el número 60 USA) que le deis una oportunidad, ya que merece la pena. Al menos, leedla antes de ver la adaptación cinematográfica que prepara D. J. Caruso (Disturbia) para New Line Cinema, ya que por muy bien que resulte la película, es una historia pensada indudablemente para ser narrada de forma capitulada, no resumida en un escaso par de horas.
Antes de terminar, me gustaría hacer una mención especial tanto a las interesantes portadas que Máximo Carnevale viene realizando para la serie tras la marcha del anterior portadista regular, J. G. Jones, un artista como la copa de un pino en lo que a portadas se refiere, como demuestra su premiado trabajo en la maxiserie semanal de DC del año pasado, 52.
Con esto termino mi primera colaboración en lo que a reseñas se refiere en Trazos en el bloc, y os animo a todos los que aún no leáis esta fresca y estimulante serie (que tiene fijado su final para el número 60 USA) que le deis una oportunidad, ya que merece la pena. Al menos, leedla antes de ver la adaptación cinematográfica que prepara D. J. Caruso (Disturbia) para New Line Cinema, ya que por muy bien que resulte la película, es una historia pensada indudablemente para ser narrada de forma capitulada, no resumida en un escaso par de horas.
14 comentarios:
Buen arranque haciendo una reseña de una de las series abiertas que sigo de la línea Vertigo. Es de estas series que te enganchan, aunque a un primer golpe de vista pueda ser que no. Porque aunque el tema es original donde los haya, siempre piensas que no dará más de sí en una serie abierta de larga duración como ésta. Y después el dibujo, que no es especialmente espectacular para los tiempos que corren ni de estilo, sino más bien de línea clara y clásica, correcto diría yo. Pero, después de dicho lo dicho, tengo que reconocer que la historia va sacando constantemente ramificaciones e hilos argumentales paralelos a medida que se intenta llegar al destino final por parte de nuestros protagonistas, que resultan interesantes y complementarios y te enganchan a la siguiente lectura, con un correcto dibujo que cada vez más identificas con la serie y que, es verdad, consigue mantener un equipo creativo uniforme que es mucho para los tiempos que corren.
Desde luego, es la típica historia que se merecería una adaptación en la pequeña pantalla, del estilo de “Perdidos”, porque la trama da mucho juego para una serie de larga duración, manteniéndonos en vilo constantemente y prolongando un final que parece que nunca va a llegar.
Y, por cierto, gran dibujo el de Yorick y Ampersand. No voy a loarlo más de lo que ya lo he hecho, porque si no creerás que soy demasiado pelota, pero subjetivamente hablando (y, porque no, objetivamente), me parece un muy buen dibujo para el momento y lugar donde lo realizaste, lo que confirma que el potencial está, sin dudarlo, ahí mismo.
¡¡¡Bienvenido al club de los TraZeros!!!
Gracias, Edu. Y gracias por las expectativas creadas en los comentarios de estos últimos días. Cuando leí el post de Lapinot de Ximo me encantó, pero cuando me disponía a comentar vi el misterio creado con respecto a mi estreno este lunes y preferí guardar silencio.
Pues ya sabéis, un trazero más, espero aportar pronto nuevas reseñas, y para demás dibus, el link de la derecha:gdegonz.blogspot.com
Hey Gonzalo, muy buenas y bienvenido a este pequeño rincón donde nos dejamos caer todos los TraZeros con mucha ilusión y ganas de hablar sobre comics, libros o cine entre otras muchas cosas. A partir de ahora tendremos también ese otro rincón tuyo donde nos asomaremos para ver tus dibujos.
Gracias por la bienvenida Ximo, y ya digo, me ugstó mucho tu post sobre Lapinto, una colección a la que tengo un cariño especial, y a la que suelo acudir para encontrar tanto entretenimiento como un poco de buena filosofia de la vida. Lo dicho, un placer y ya nos iremos viendo por aquí.
Oh la la!!
He aquí el gran misterio desvelado!!
Encantada de leerte, Gon!
Besitos entrecomiqueros y mar_cianos
Jeje, pues, ¿si tanto misterio paa esto, verdad, Mar?
Encantado de ser leído, más besitos para vos.
Oh, no, no!!
En ningún momento he querido que mi comentario anterior quisiera decir "tanto misterio para esto", perdón mil veces.
Ays!
Sólo quería darte la bienvenida y decirte que aquí tienes a una lectora compulsiva de los Trazos y de l@s Trazer@s, pero me da que me expliqué requetemal: chorry.
Besitos explicativos y sonrojados
Tranquila Mar, que estoy seguro que Gonzalo ha entendido lo mismo que he entendido yo, y que después de varios días anunciándolo, por fin hizo su aparición estelar el buenazo de Gonzalo. Su contestación es debida a que el chico es un trozo de pan, modesto donde los haya, cuando de su talento se habla (y, ahora que no nos oye Mar, esperemos que cuando sea un artista HOT, que eso ya se da, naturalmente, por sentado, seamos todos nosotros dignos de su amistad y su arte).
A ti, Mar, sí que habría que hacerte un monumento por ser una de nuestra más fieles lectoras, por no decir la que más, y tener la paciencia de leer, día tras día, las soflamas que lanzamos a los cuatro vientos los TraZer@s.
Por cierto, Mar, ¿qué imagen aparece cuándo dejas un comentario? Es que nunca la puedo ver.
P.D.: De todas formas, Mar, puedes resarcirte con Gonzalo (y, ya puestos, me incluyo yo también en el pack) con unas birritas en el próximo Expocómic.
Efectivamente, Edu tiene razón, Mar. En ningún momento pensé que tu comentario era de ninguna manera despectivo, y mi respuesta intentaba, como bien a deducido Edu, que ya parece haberme calado bien, quitarme un poco de importancia.
Aún así, esas birritas en el Expocomic son bienvenidas;)
Efectivamente, Edu tiene razón, Mar. En ningún momento pensé que tu comentario era de ninguna manera despectivo, y mi respuesta intentaba, como bien a deducido Edu, que ya parece haberme calado bien, quitarme un poco de importancia.
Aún así, esas birritas en el Expocomic son bienvenidas;)
ueeeeee, ese es mi hermano!!!! :)
interesant la reseña, habr si me traes ya los comics, jeje.por cierto, yo tmb me apunto para expocomic ;)
pd:si soy el hermano de gonzalo :)
Vaya!!
No sólo se me apuntan al gorroneo los Tazer@s, sino que además, los hermanos?¿!!!
He de ponerme a ahorrar a base de ya!! porque desde luego, lo de las cervecitas está hecho!! (las bravas caen se su cuenta ;-D)
Besitos requetecoloradotes
Jeje, disculpas por el jeta de mi hermano, sip. No te preocupes Mar, como mucho pagas una ronda, que sería poco caballeroso no invitarte al resto,ok?
Saludos
Hola Gon, soy un seguidor de Y, the last man. No soy un apasionado del comic y tienes razón, esta serie engancha a cualquiera, de hecho, creo que ya se han vendido los derechos de autor para crear una pelicula sobre el comic. Solamente quería matizar una cuestión. La traducción no es Yo: el último hombre Es Y:El último hombre. La Y hace mención al cromosóma Y que es el que diferencia a los machos (XY) de las hembras (XX) y hace mención también al protagonista Yoric, cuyo nombre empieza por esa letra. Bueno, pues nada, espero haber ayudado un poquito. Un saludete, jonko.
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