viernes, noviembre 09, 2012

LA ISLA DE MONAKINI O LOS MUNDOS DE JULIE M.

El gran desarrollo tecnológico vivido en la última década ha hecho que muchas cosas cambien, unas para bien y otras no tanto. Entre las cosas que han cambiado de forma radical nos encontramos con Internet y con sus autopistas de información que nos permiten acceder y conocer un montón de cosas nuevas a cada clíc del ratón; de esa forma, entrando aquí y navegando por allá podemos encontrarnos con la obra de artistas que ni siquiera sabíamos que existían. Porque esa es otra de las cosas que ha cambiado desde que la red posibilita que cualquiera pueda dar a conocer su faceta artística. Ahora es muy fácil buscar y encontrar dibujantes e ilustradores que nos atraigan y de los que deseemos ver más e incorporarlos a nuestras estanterías.


Hace unos años, y no tantos como alguien pueda pensar, la forma de expandir nuestro conocimiento de lo nuevo publicado se realizaba asisitiendo a salones y festivales, en especial a aquellos que se celebraban fuera de nuestras fronteras. La larga tradición y reconocimeinto hacia el noveno arte que hay en otros países ha posibilitado el desarrollo de un germen  fructificado inicialmente en forma de fanzines (algunos de extraordinaria calidad) y los más osados han sido capaces de organizarse para crear pequeñas editoriales capaces de dar a conocer a los nuevos talentos que intentan abrirse paso en este duro mundillo. No todos lo lograrán, pero quizas sea posible que lleguen a tener su público.


En uno de mis viajes a Angoulême a su famoso festival, en 2002, visité la exposición CAFÉ CREED de un grupo de autores locales; este colectivo fue creado en 1998 por un grupo de jóvenes salidos de la Escuela de Bellas Artes de la localidad con el ánimo de promover el uso de la imagen usando diferentes medios como el comic, la ilustración, la animación o las exposiciones. Como resultado del trabajo realizado por este grupo se materializaba una publicación autoeditada denominada CHOCO CREED, escaparate de los trabajos de cada uno de los autores participantes.

Uno de esos jóvenes dibujantes que participaban en ese primer número es Julie M., una autora que destacaba con su dibujo limpio y colorista, ilustrando una historia sin palabras dedicada a un público infantil/juvenil. Esas son en mi opinión las características que definen a un buen ilustrador propiamente dicho, la capacidad de contar con imágenes sin necesidad de hacerlo con palabras y la capacidad de atraer la mirada y el interés del potencial lector atraído por la combinación del dibujo y el uso del color cuando lo utiliza.


Con periodicidad anual, CHOCO CREED era una de las publicaciones que salía siempre durante el Festival de Angoulême y, aprovechando la visita, adquiría el número correspondiente para ver cosas nuevas y para seguir las historias publicadas por Julie M., que para mí constituían uno de los reclamos de dicha  publicación. De esa forma, y poco a poco, me fui aficionando a esta autora y se convirtió en uno más de mi lista de favoritos.

Como he mencionado antes, y tal y como se puede apreciar en las imágenes que ilustran este post, su estilo de dibujo es limpio, muy claro y colorista; utiliza grandes viñetas que están plagadas de multitud de personajes que se mueven por sus páginas con total libertad, logrando crear la sensación de dinamismo perseguida por todo dibujante. Son fácilmente reconocibles todo tipo de animales que componen la fauna que llena de peripecias sus historias y que, una vez la conocemos, identificamos sin duda alguna cada uno de sus trabajos. Mayoritariamente dirigido a un público infantil/juvenil, su efectividad artística atrae a todo tipo de lectores.


Además de seguir como miembro del colectivo publicando cada año, Julie M. inició un proyecto de serie para la Editorial Delcourt dentro de su colección juvenil denominado "Los Mundos de Lèa" del que sólo llegó a publicarse el primer tomo titulado "El Baile de las Ballenas". Una historia fantástica sobre Lèa, una niña con una imaginación desbordante que convierte la hora del baño en toda una aventura. El tema no es nuevo para esta autora que utiliza a menudo los momentos de la infancia en los que, ajenos a los problemas que nos rodean, dejamos volar nuestra imaginación y creamos nuestro propio mundo fantástico donde los animales nos hablan y nuestros juguetes cobran vida.


La vida sigue y, en 2009 y en la misma ciudad de Angoulême, capital mundial de la BD, un nuevo proyecto editorial bajo el sello SCUTELLA EDITIONS nace para navegar contra viento y marea por el difícil mundo de las publicaciones. Entre otros títulos podemos encontrar "Mil y un animales", el último título hasta ahora publicado por la autora y que es en toda su extensión un trabajo de ilustración en el que, en cada una de sus páginas, asistimos al despliegue de un friso poblado por una enorme multitud de animales todos juntos pero no revueltos. El libro en formato a la italiana está compuesto por dibujos completos a doble página en los que los personajes que participan cuentan una historia que puede ser interpretada por cada lector de forma diferente. Es en la ausencia de texto donde radica la gracia de este álbum; gracias a la riqueza y complejidad de las ilustraciones cada uno de nosotros puede imaginarse una peripecia distinta en cada hojeada. Además, no solamente sirve para estimular la imaginación de los más pequeños, si no también la de los adultos que tienen la oportunidad de ejercitar la suya y disfrutar todos aquellos que sean padres de una actividad en común junto a sus hijos, una de las mejores formas de iniciarlos de forma lúdica y divertida.


Es una pena que no esté editado en España, porque en mi opinión sería un magnifico ejemplar para los jóvenes lectores; sin entrar en la parte técnica, creo que gracias a sus bonitos dibujos de animalitos, su atractivo colorido y una elaborada composición de dichos personajes, hacen que este volumen sea tan atractivo a la vista y para todos los públicos. El hecho de no tener texto alguno hace que siga siendo una muy buena opción e internet nos lo pone fácil a la hora de conseguir cualquier título. Sé que cada lector de nuestro blog tiene un gusto diferente en lo que a los libros de ilustración para niños (y no tan niños) se refiere, pero creo que las editoriales actuales se están dejando llevar por un gusto más propio de ciertos adultos o de ciertas corrientes artísticas y que no creo que sean del agrado de sus destinatarios.


Aprovechando la presentación del libro en el Festival de Angoulême de 2009 se realizó una exposición de trabajos de Julie M. que creo que fue una de las exposiciones más visitadas y que más llamó la atención de los visitantes, gracias al original montaje de la misma y a la gran cantidad de dibujos originales mostrados, todos ellos de gran formato y magníficamente acabados. Se nota lo meticulosa y cuidadosa que es la autora a la hora de dibujar.


Acerca del futuro, Julie M. está en pleno proceso de creación de una nueva editorial junto a algunos de sus colegas. De momento, aún no tenemos más que un sitio web en construcción y estamos a la espera de noticias, pero sabemos que se llama FLCA Editions y que pronto podremos ver libros, tiradas especiales, posters, serigrafías y también dibujos originales en venta.


Espero que este recorrido por el trabajo de Julie M. haya podido despertar vuestro interés y que algunos de vosotros os acerquéis a su obra que, aunque no muy extensa, creo que es interesante y que merece un huequecito en nuestras estanterías. Para saber más sobre ella podéis haceros un viajecito hasta su mundo situado en su isla imaginaria, La Isla de Monakini, y también en su blog, y espero que pronto salga adelante su nuevo proyecto editorial.


NOTA: Agradecer a Julie M. por dejarnos usar las imágenes que ilustran este post. Je voudrai remercier Julie M. pour l'utilisation des images qui illustrent cet article.

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