La publicación de este relato ha sido
todo un flechazo: dragón + George R.R. Martin + Verónica Casas,
¿qué más puedo pedir? Muchos estamos ansiosos por conocer más de
la obra de George R.R. Martin y la Editorial Montena nos ofrece este
relato con una depurada y cuidada edición: tapas duras y buen papel
e impresión. Son muy acertadas las guardas plateadas de su interior
que ya nos introducen en un mundo de frío y hielo. Y además
contamos con las ilustraciones de la zaragozana Verónica Casas.
Adara es una niña del frío. Nació en
uno de los más difíciles inviernos conocidos y su nacimiento
provocó la muerte de su madre. Es una niña “rara”, solitaria,
silenciosa y retraída que nunca llora ni ríe. Junto con su padre,
su hermana Teri y su hermano Geoff, vive en una granja. A todos les
gusta el verano que es cuando les visita el tío Hal, jinete de
dragón. Pero Adara prefiere el invierno que es cuando la visita el
dragón de hielo. Nadie lo conoce y todos dicen que no existe este
tipo de dragón, su tío Hal reconoce que hay pocos e imposibles de
domar. Pero este dragón viene a ver a Adara todos los inviernos, se
deja tocar e incluso montar por la niña. Corren tiempos difíciles y
la guerra que mantiene el reino se alarga y va destruyendo las
tierras hasta que un verano el tío Hal sugiere que marchen al sur.
El mundo conocido por la niña peligra cuando dragones del norte
invaden sus tierras: será el dragón de hielo quien puede salvar
esta situación.
Relato en un principio dirigido a un
lector infantil, tanto por su protagonista como por la sencillez de
la narración pero tiene mucho más fondo que el de un cuento
infantil ya que podemos encontrar distintos niveles de lectura.
Martin nos sitúa en un mundo que no nos es del todo desconocido en
el que encontramos seres fantásticos como dragones y una
civilización “medieval”. La protagonista es una niña de siete
años que nos eleva sobre la realidad cotidiana con su amor por el
invierno y, sobre todo, por su cariño hacia un ser como el dragón
de hielo. Este dragón sobresale por su originalidad por encima del
tipo común de dragón que más conocemos. Será este ser excepcional
y fuera de lugar el que nos dará la solución a los problemas y el
que hará que Adara crezca feliz.
Es un relato con fuerza y poder en el
que Martin nos ofrece la historia de una niña, la situación de un
reino, la lucha por mejorar y conseguir la paz, una buena trama y una
dinámica acción. Los adultos apreciaremos todo esto y los niños
disfrutarán con el cuento y las ilustraciones. Puede parecer extraño
este relato corto de Martin ya que estamos acostumbrados a sus
grandes novelas de “Canción de hielo y fuego” pero debemos
recordar que hasta 1988 fue un escritor de relatos, tomando un camino
fundamental en la literatura fantástica que es la narrativa breve,
ahora bastante olvidada. También ha sido un gran antologista: la
serie New Voices (con cuatro libros) y Wild Cards (con quince
volúmenes hasta el momento) con muchos relatos del propio Martin.
“El dragón de hielo” se publicó originariamente en 1980 con
ilustraciones de Yvonne Gilbert y en España la Editorial Gigamesh lo
publicó en su revista en julio de 2003 consiguiendo el Premio
Ignotus al Mejor Relato Extranjero en 2004. Pero es ahora con la
edición de Montena y las ilustraciones de Verónica Casas cuando se
la da la justicia necesaria.
Las ilustraciones ocupan un lugar muy
importante en el relato, tanto por su cantidad como, sobre todo, por
su calidad. Verónica Casas había ilustrado a Martin hace ya diez
años para la Revista Gigasmesh. La Editorial Montena se puso en
contacto con ella y, en un proceso de selección, tuvo la aprobación
de George R.R. Martin para esta edición. Conocía la obra de Martin
pero en la actualidad ha tenido mayor presión porque es un autor ya
reconocido. También ha tenido que variar su visión de la literatura
adulta de Martin para adaptarse a este relato más infantil y
realizar unas ilustraciones más acordes a este tipo de lector.
Las ilustraciones realizadas en blanco
y negro (grafito en los originales) nos plasman distintos momentos
del relato: Adara jugando en la nieve, el encuentro con el dragón,
la familia de la niña, el vuelo del dragón... Verónica Casas ha
ilustrado los momentos, digamos narrativos, y los momentos cumbre del
relato. Por cierto, a mi entender, los más adecuados para unirse con
la narración. Realizados con cuidado y mimo, tenemos un gran dragón
de hielo, una preciosa niña y una ambientación del mundo que les
rodea sumamente adecuados y muy, muy buenos. Espero que surjan más
colaboraciones entre estos dos artistas.
Así que, resumiendo, tenemos entre
nuestras manos un libro muy interesante, con un relato muy bueno, más
dirigido a un lector infantil pero que no dejará de gustar a los más
adultos y que está arropado con unas ilustraciones estupendas que
recogen su esencia y nos llevan a un mundo de fantasía que intuimos
más grande.
Y vuelvo al principio: ¿quién se
resiste a un dragón con George R.R. Martin y Verónica Casas como
mentores? Saludos y hasta pronto.
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