Entrando ya en el otoño, con días
cortos, un sol suave o con lluvia, fina y delicada o con un buen
chaparrón, hojas que amarillean, que caen y que susurran al
pisarlas, llega el fauno Gabriel. En él se encuentra la nostalgia
del otoño con el tiempo pasado, la alegre primavera y el futuro
incierto pero, sobre todo, la vivencias, las alegrías, deseos y
preguntas de un entrañable personaje que toca el corazón y llega al
alma. Es “Yaxin. El fauno Gabriel. Canto I” de Dimitri Vey,
guionista, y Man Arenas, ilustrador y colorista, de Norma Editorial.
Ya la portada nos señala el
camino: un hada florida y sonriente con originales pájaros y un
joven fauno que está flotando, absorto y curioso observando a estos
pájaros. Nos indica un Mundo Fantástico, la curiosidad de este
fauno. Además está muy bien realizada: la ilustración tiene cierto
relieve y estratégicos brillos que le dan vida.
El inicio es espectacular:
desde lo alto vemos un hermoso árbol florido con una bandada de
pajarillos rojos que vuelan alegres y “oímos” sus trinos. De
pronto tenemos a un ser pequeño y regordete, avanzando entre flores,
hierba y ramaje: está en las colinas de nuestros sueños, en un
mundo donde hemos vivido de niños. Este ser corre entre faunos
maduros, entre alegres y vivaces hadas y hermosos unicornios. Es la
presentación de un lugar, de una isla de inocencia y de un joven
fauno, Gabriel.
No puede haber una presentación
más espectacular, vivaz y de ensueño que la que la que nos hacen
Vey y Man Arenas. Y si unimos la original presentación de las
viñetas, verticales y correlativas, horizontales unas, alternadas
con otra e incluso escalonadas, comprenderemos mejor este dinamismo y
viveza. Otro detalle interesante es la alternancia de los
“cuadros de texto”, cuando nos explica la vida de las
colinas una voz en “off”, con los “bocadillos”
clásicos, del habla directa de los personajes. Y esto sucederá a lo
largo de toda la historia.
¿Y cuál es la historia? En
esta “isla de contornos inciertos” vive el joven fauno Gabriel,
rodeado de otros faunos mayores, de hadas y seres extraños, en plena
Naturaleza, bosques y colinas, mares y mareas, cuevas y otras
maravillas. Su juventud le lleva a una gran curiosidad por el mundo
que le rodea pero sobre todo quiere conocer al mago, a un gran mago
del que dicen muchas cosas: Merlín. Curioso le sigue para conocerlo,
saber de él, de su sabiduría y le llama mucho la atención el
abrigo de hojas que le han tejido las hadas y, sobre todo, que el
mago no tiene cuernos. El mago es anciano y sabio, charla con
Gabriel, le explica y enseña pero a veces pierde la paciencia pues
le aturrulla con sus preguntas.
En unas escenas e
ilustraciones minuciosas, muy detallistas y alegres, con unos colores
acertados, suaves y cálidos, Merlín le hace ver los detalles de la
Naturaleza, sus pequeños seres, flores o frutos, la Magia que hay en
todos ellos.
Gabriel conoce en una cueva las
lágrimas de un hada ¿Por qué llora? ¿Por qué las hadas ocultan
su rostro? Porque son demasiado hermosas y tienen el poder de
volvernos locos. Pero Gabriel sí que ha visto su rostro: su
inocencia y ternura lo permiten. Las hadas se reúnen de tres en tres
para invocar a las estaciones, bailar alrededor de los árboles,
hacer surgir las flores y lloran por el regalo de la Vida.
En lo profundo del bosque
Gabriel oye una voz y descubre a un anciano gigante, el último
gigante que por fin se une a la Naturaleza. Es cuando descubre la
Muerte y Merlín le explica que es la unión con todas las criaturas
y de ahí el por qué de los nombres: para que no nos olviden. La
viñetas nos hacen ver las estaciones, el paisaje del bosque, el
orgullo y el poder del gigante, su decadencia, con tonos vivos o
sombríos, vibrantes o dulces, con la expresión del juvenil rostro
de Gabriel o el severo rostro de Merlín, pero siempre con la
esperanza y ganas de vivir.
Gabriel y Merlín pasean por la
playa. Merlín le muestra el poder del mar, lo que deja la marea.
Gabriel piensa en su madre y la añora. Sueña con el zorro gigante
que conoce todos los secretos del bosque y amanece reconfortado con
el sueño de la caricia de su madre. Corre buscando a su amigo el
mago y lo encuentra cuando inicia un viaje. Sabe que Merlín es el
más grande de los magos, que su vida ha sido una gran vida, que
luchó y viajó por el Otro Mundo. Por eso Gabriel le llama Merlín:
el más grande de los magos. Pero ahora va a un lugar donde Gabriel
no puede seguirlo, pero volverá, y Gabriel sabe que cumplirá su
promesa, pues una promesa es una promesa y además dejó atrás su
abrigo.
Alternando grandes imágenes
con viñetas horizontales y verticales, acudimos a la despedida de
Merlín, a la preocupación de Gabriel pero también a la esperanza
de un joven fauno, su inocencia y su alegría.
El guionista Dimitri Vey nos
muestra la vida del joven fauno Gabriel en forma de fábula, de
ensoñación, cruzando los sueños con los recuerdos de la infancia,
la libertad, la poesía y la alegría de la inocencia junto con las
leyendas clásicas y artúricas que nos cuentan la historia de magos
y faunos.
En cuanto al ilustrador, Man
Arenas ha conseguido una obra entrañable, hermosa, delicada, al
tiempo que viva, alegre pero también sensible que nos lleva a unas
imágenes de la Naturaleza y de nuestros propios sentimientos,
hermosas y detallistas, reales por su minuciosidad y oníricas por
los seres fantásticos que rodean al joven fauno. El colorido no
puede ser mejor, suave y delicado en la tierna imagen de Gabriel,
sobrio en Merlín, variado y real en la Naturaleza, y siempre
acertado, brillante. Man Arenas (25 de abril de 1966, nacido Jacinto
Manuel Arenas en Bruselas) es un artista plástico, director de
producción, director artístico de cine de animación, diseñador de
producción para estudios europeos y americanos. Empieza su carrera
en Bruselas en 1988 trabajando para la compañía de animación SEPP
en varias series de animación. Trabajó en otras empresas como
Warner Bross, A. Film A/S, Thilo Rothkirch Cartoon Film y otras más.
Y desarrolla su carrera de autor de novela gráfica en la revista “Le
Journal de Spirou”. Cuenta que el nombre de “Yaxin” es por él
mismo: de pequeño pronunciaba mal su nombre y en lugar de “Jacinto”
pronunciaba “Yachin” o “Yaxin”. Para Man Arenas el fauno es
el Hombre en equilibrio con la Naturaleza, el sentimiento de Libertad
que todos tenemos dentro. En el fauno Yaxin ha intentado poner todo
lo que le gusta de la Vida: el Arte, la Poesía, la sensibilidad por
el diseño, las series animadas japonesas de los años 70. Pero sobre
todo la inspiración que le llega con las poesías de John Keats o El
Principito. En un futuro se tiene previsto un segundo canto del fauno
Gabriel, un poema gráfico “Las ninfas de Yaxin” y tal vez un Art
Book sobre el fauno Gabriel y, además, está en negociaciones sobre
una serie animada. Pero, él mismo dice, que eso es otra historia.
Esta novela gráfica, esta
fábula gráfica, esta leyenda gráfica (no sé como decirlo pues
esta obra no merece que se la encasille de una determinada manera,
vuela ella sola) es de esa obras que se leen, releen, miran y admiran
continuamente. Siempre hay algo que no has visto la vez anterior,
algo, un rasgo, un detalle que te hace descubrir una nueva visión.
Sensible, dulce (que no empalagosa), alegre, misteriosa, es una obra
que os gustará por su hermoso guión y sus maravillosas
ilustraciones. Así que espero que os guste y la disfrutéis, por lo
menos, tanto como yo. Saludos y hasta pronto.
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