Adi nace en Sarajevo, Bosnia, y desde su juventud muestra interés por aprender dibujo y escultura, disciplinas en la que se forma académicamente en el viejo continente para luego dar el salto profesional y mudarse a Estados Unidos, donde desarrolla plenamente su capacidad como ilustrador. Su pistoletazo en el mundo del cómic viene de la mano de la serie NecroWar para los estudios DreamWave y, tras esto, en 2004 se consolida como portadista para Marvel Comics, donde llama la atención de fans y editores por su tremendo potencial. Afortunadamente, su definitiva eclosión profesional no se hizo de rogar, ya que en el 2005 comienza la publicación de Iron Man: Extremis, saga de 6 números con Warren Ellis que, además de relanzar la colección del vengador dorado, catapulta al estrellato al dibujante, despertando muy positivas críticas tanto entre el público como de la crítica.
La vinculación entre artista y la nueva, refinada y tecnológica apariencia del Hombre de Hierro es tal que Jon Favreau y su equipo en Marvel Studios no dudan en contar con él para los diseños del film sobre Tony Stark, Iron Man (2008). Ya inmerso en la preproducción de la secuela, Granov continúa su labor como portadista además de ofrecer algún ejemplo de su buen hacer en los interiores, como una historia de complemento sobre Veneno en los números de Amazing Spiderman del pasado Septiembre.
Además de todo esto, en Avilés pudimos comprobar cómo detrás de tan impresionantes páginas se encuentra una afable persona, repleta de amabilidad y, como muchos aficionados observaron, de una enorme paciencia y disposición a la hora de echarle horas realizando elaboradísimas dedicatorias a sus fans (a pesar de que algún desconsiderado no opinara lo mismo, protagonizando un vergonzoso incidente al que será mejor no dar más cobertura).
Para ejemplificar estos elogios hacia lo realizado por Adi en las Jornadas, ahí quedan las magníficas dedicatorias con las que nos obsequió a EduXavi y a mí, además del vídeo en el que dibuja esta última, con la Obertura "Fausto" de Richard Wagner de fondo.
Nos despedimos no sin antes recordar que todas estas experiencias no serían posibles sin la encomiable labor de la Organización que continúa año tras año al pie del cañón.
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